Un trágico incendio en un restaurante del noreste de China provocó la muerte de 22 personas y dejó a otras tres heridas, informaron autoridades locales el martes. El siniestro tuvo lugar poco después del mediodía en la ciudad de Liaoyang, y aunque aún se desconoce la causa, las imágenes del lugar muestran llamas intensas emergiendo de puertas y ventanas del edificio afectado.
Horas más tarde, la oficina provincial de radio y televisión confirmó que el fuego había sido extinguido y que la búsqueda de sobrevivientes había concluido. Como ocurre frecuentemente en este tipo de tragedias en China, no se ofrecieron detalles sobre el origen del incendio, pero sí se enlistó la presencia de funcionarios de alto nivel en la respuesta al incidente, además de prometer una investigación exhaustiva y sanciones para los responsables.
China enfrenta recurrentemente este tipo de desastres debido a deficiencias en medidas de seguridad industrial. Entre los factores comunes se encuentran el mal mantenimiento de infraestructuras, la falta de capacitación en seguridad, productos químicos almacenados sin regulación y ausencia de salidas de emergencia. Estos problemas suelen estar ligados a prácticas de corrupción o a la presión por obtener resultados económicos.
El caso de Liaoyang vuelve a poner en el centro del debate la necesidad urgente de reforzar los estándares de seguridad laboral en el país asiático. Mientras las autoridades inician las indagatorias, crece la exigencia pública de mayor transparencia y medidas concretas para evitar nuevas tragedias.