Un reciente estudio publicado en la revista Nature Cities ha revelado que las 28 ciudades más pobladas de Estados Unidos están experimentando un hundimiento progresivo del terreno, fenómeno conocido como subsidencia. Este proceso, que afecta a aproximadamente 34 millones de personas, se atribuye principalmente a la extracción excesiva de aguas subterráneas y plantea serias amenazas para la infraestructura urbana .
Houston encabeza la lista como la ciudad que se hunde más rápidamente en el país. Según los investigadores, el 42% de su superficie urbana se hunde a una velocidad superior a los 5 milímetros por año, y un 12% supera los 10 milímetros anuales. Este fenómeno se agrava por la extracción de petróleo y gas, así como por la composición arcillosa del suelo, que es propenso a la compactación .
Otras ciudades como Dallas, Fort Worth, Nueva York y Chicago también presentan tasas alarmantes de subsidencia. En estas urbes, más del 70% de su área urbana se hunde a un ritmo de al menos 3 milímetros por año, lo que incrementa el riesgo de daños estructurales, inundaciones y fallos en sistemas de transporte .
Los científicos advierten que incluso pequeñas tasas de hundimiento pueden tener consecuencias significativas a largo plazo, especialmente cuando el hundimiento es desigual, lo que puede provocar grietas en edificaciones y carreteras. Además, se estima que más de 29,000 edificios en estas ciudades están ubicados en zonas de alto o muy alto riesgo de daño por subsidencia .
Ante esta situación, los expertos instan a las autoridades a implementar medidas de mitigación, como la regulación del uso de aguas subterráneas y la adaptación de códigos de construcción, para preservar la integridad de las infraestructuras y la seguridad de las comunidades afectadas.