Por Redacción Contra Réplica

Caso Lupita TikTok se complica: acusan a su esposo de trata de personas

La influencer enfrenta un creciente escrutinio luego de la muerte de su hija; su esposo Ricardo “N” suma una nueva denuncia y su representante es señalado por presunta explotación mediática.

Lo que comenzó como una dolorosa tragedia personal para la creadora de contenido conocida como Lupita TikTok, tras la muerte de su hija Karely, ha evolucionado en un caso de alto perfil que involucra presuntos delitos graves, cuestionamientos éticos y una investigación en curso por parte del DIF de Nuevo León.

En los últimos días se reveló que Ricardo “N”, esposo de Lupita, enfrenta una nueva acusación por el presunto delito de trata de personas, además de una denuncia previa por abuso sexual equiparable a violación. Las autoridades aún no confirman avances concretos en el proceso legal, pero el caso ha intensificado la atención pública y mediática.

Mientras tanto, James Flores, representante de Lupita, también ha sido blanco de críticas. Diversos usuarios en redes sociales lo acusan de lucrar con la situación vulnerable de la joven influencer, explotando su imagen en eventos públicos mientras asegura que sus ingresos no provienen directamente de redes sociales, sino de presentaciones en vivo y patrocinios.

Durante su participación en un podcast, Flores intentó justificar su gestión:

"El problema es que las redes la tratan como si fuera menor de edad. Ya presentamos su INE, pero cuando baila o perrea, lo detectan como contenido sensible. Por eso no hemos podido avanzar en redes, aunque eventos y patrocinios sí generan ingresos”, afirmó.

En la misma entrevista, Ricardo “N” expresó su intención de comenzar a monetizar contenido en redes, aunque actualmente, según dijo, están limitados por falta de equipo.

“Ya vamos a empezar a monetizar, nada más es de comprar otro celular”, declaró.

El caso Lupita TikTok, que en principio parecía circunscrito al ámbito digital, ha escalado a un nivel judicial y social con implicaciones mucho más profundas. A la tragedia familiar se suman acusaciones de explotación, mal manejo de imagen pública y presuntos delitos, convirtiéndolo en un tema que rebasa con creces los límites de las redes sociales.

Las autoridades continúan con las investigaciones, mientras el país observa con atención un caso que pone en debate los límites entre la fama digital, la vulnerabilidad y la responsabilidad legal.