Por Cindy Palencia

Corea del Sur elige nuevo presidente tras crisis política provocada por la ley marcial

Más de 44 millones de ciudadanos surcoreanos acuden a las urnas tras la destitución del expresidente Yoon Suk-yeol, en una jornada electoral marcada por la polarización política.

Millones de ciudadanos surcoreanos acudieron este martes a las urnas para elegir al próximo presidente del país, en un contexto político altamente tenso tras la destitución de Yoon Suk-yeol. La medida de remoción se produjo luego de que el exmandatario decretara la ley marcial en diciembre pasado, una acción que revivió los temores del autoritarismo militar y desató una grave crisis institucional. El Tribunal Constitucional anuló su mandato en abril, lo que derivó en la convocatoria de comicios anticipados.

Desde las 6:00 de la mañana, hora local, los 14,295 centros de votación comenzaron a recibir a los electores, cuya participación alcanzó el 9.2 % en las primeras tres horas, según la Comisión Electoral Nacional. Este porcentaje representa un aumento respecto a las elecciones presidenciales de 2022, aunque se mantiene ligeramente por debajo del nivel registrado en 2017. En total, más de 44 millones de personas tienen derecho a votar, incluidos 15.4 millones que lo hicieron por anticipado la semana pasada, marcando un récord desde la adopción de este sistema en 2014.

El recuento de votos se iniciará inmediatamente después del cierre de los centros a las 20:00 horas. Aunque se espera que el nombre del ganador se conozca alrededor de la medianoche, el conteo completo podría extenderse hasta la mañana del miércoles. Posteriormente, la Comisión Electoral tiene previsto reunirse entre las 7:00 y las 9:00 del día siguiente para validar oficialmente los resultados.

La elección ocurre exactamente medio año después de que Yoon sorprendiera al país al decretar un estado de excepción, argumentando amenazas provenientes de sectores opositores. Aunque la medida solo estuvo vigente por seis horas antes de ser revocada por el Parlamento, bastó para provocar un quiebre institucional sin precedentes en la historia reciente del país. La votación de este martes representa no solo la elección de un nuevo líder, sino también un referendo sobre el futuro democrático de Corea del Sur.