Florida enfrenta una nueva amenaza biológica: la aparición de colonias fértiles de termitas híbridas, resultado del cruce entre dos especies invasoras: la termita subterránea formosana (Coptotermes formosanus) y la termita subterránea asiática (Coptotermes gestroi).
Este fenómeno ha sido confirmado por el Instituto de Ciencias de la Alimentación y la Agricultura de la Universidad de Florida (UF/IFAS), tras una investigación de más de diez años.
¿Cómo surgieron las termitas híbridas?
Según el estudio publicado en abril de 2025 en la revista Proceedings of the Royal Society B, la hibridación entre estas especies se ha producido de forma natural, aunque mediada indirectamente por la actividad humana. Las dos especies han convivido en áreas urbanas del sur de Florida desde hace más de una década, y comenzaron a cruzarse durante los vuelos nupciales.
Inicialmente, se pensó que las crías serían estériles, pero desde 2021 se ha detectado la presencia de alados híbridos, capaces de formar nuevas colonias. En Fort Lauderdale se hallaron soldados híbridos en árboles de un parque público, lo que confirmó la viabilidad de estas colonias en campo abierto.
¿Por qué esta superplaga preocupa a científicos?
Las pruebas genéticas demuestran que los híbridos heredan la mitad del ADN de cada especie, un indicio claro de fertilidad y reproducción continua. La combinación de las características de ambas especies —la resistencia de la termita asiática y la agresividad de la formosana— podría derivar en una superplaga con mayor capacidad destructiva que sus progenitoras.
Estas termitas se alimentan de madera y celulosa, lo que las convierte en una amenaza directa para viviendas, edificios históricos y redes de infraestructura urbana. Las autoridades ya han activado protocolos de vigilancia y expertos instan a una respuesta global ante esta nueva amenaza biológica.
¿Riesgo de expansión internacional de la plaga?
Sí, y es alto. El estudio advierte que la proximidad de la colonia híbrida a una marina en Fort Lauderdale aumenta considerablemente la posibilidad de dispersión internacional mediante barcos y tráfico comercial.
Esto, sumado a la adaptabilidad de los insectos, podría facilitar su establecimiento en zonas cálidas del Caribe, Centroamérica, Sudamérica e incluso del sudeste asiático y África.
Existe un potencial exacerbado para la capacidad invasora y destructiva de estas dos especies principales de termitas plaga y sus híbridos, mucho más allá de su rango de distribución actual, mediante una dispersión sostenida mediada por humanos”, indica el estudio.
La situación en Florida se considera un punto crítico de inflexión. La detección temprana fuera de EU será esencial para evitar una expansión incontrolada de esta superplaga.