El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó la liberación y posterior deportación de Greta Thunberg, quien formaba parte de un grupo de voluntarios que llevaban ayuda humanitaria a Gaza a bordo del barco Madleen. La operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) tuvo lugar en alta mar, donde detuvieron a los 12 tripulantes en la noche del 9 de junio.
Organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, denunciaron que esta acción se enmarca en un bloqueo que dura más de 18 años y que ha implicado arrestos recurrentes contra activistas y periodistas que intentan ingresar ayuda a los palestinos desplazados. La vocera Agnès Callamard destacó la gravedad de estas detenciones y la urgencia de proteger el acceso humanitario.
El Parlamento Europeo expresó su preocupación ante la desaparición temporal de Rima Hassan, representante judicial europea que también estaba a bordo. Las autoridades europeas establecieron contacto con Israel para asegurar la integridad de la eurodiputada, quien utilizó redes sociales para alertar sobre la situación y convocar apoyo internacional.
La detención de Thunberg y los activistas coincidió con llamados a que Brasil suspenda sus relaciones comerciales con Israel, especialmente en materia de crudo, lo que añade presión política al conflicto. Este episodio puso en evidencia las tensiones internacionales en torno al bloqueo a Gaza y la respuesta de Israel frente a la ayuda humanitaria externa.