Frente a los efectos visibles del deterioro ambiental, como la proliferación de microplásticos y la pérdida de biodiversidad, el doctor Fernando Díaz Barriga Martínez, catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, afirmó que es urgente dejar de ver la crisis ecológica como un problema del futuro. En su opinión, se requiere un cambio profundo de actitud, tanto social como cultural, que priorice la justicia ambiental y el bienestar de las generaciones futuras.

Durante una reflexión amplia, el especialista subrayó que no basta con esperar soluciones de las grandes potencias o de los sectores económicos más influyentes. Recalcó que la transformación real debe partir de la ciudadanía, recuperando su papel en la toma de decisiones y adoptando una conciencia ambiental que considere el equilibrio entre derechos humanos y sostenibilidad. “Hay que actuar desde lo cotidiano, desde cada comunidad”, sostuvo.

Asimismo, criticó conceptos que han perdido vigencia ante la magnitud de la crisis ecológica. Consideró que nociones como “desarrollo sostenible” ya no responden al escenario actual, donde el ritmo de consumo ha superado la capacidad de regeneración del planeta. En cambio, propuso adoptar un enfoque de equidad generacional que permita pensar en el legado que se construye hoy para el mañana.

En este sentido, destacó el papel que deben asumir las universidades públicas como centros de pensamiento crítico y compromiso social. Reconoció el trabajo que la UASLP ha realizado en materia ambiental a través de proyectos interdisciplinarios, al tiempo que hizo un llamado a fortalecer su proyección y visibilidad. Para Díaz Barriga, el verdadero impacto de la educación superior radica en formar agentes de cambio capaces de transformar realidades.