El huracán Erick tocó tierra en la región de Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, con vientos superiores a los 200 kilómetros por hora. Aunque el fenómeno rápidamente perdió fuerza al ingresar al territorio continental, sus efectos no han cesado, pues continúa generando lluvias extremas, oleaje elevado y riesgos de deslaves en varios estados del sur del país.
Las autoridades respondieron activando de inmediato los protocolos de emergencia, movilizando personal de las fuerzas armadas para brindar atención en las zonas afectadas. Se suspendieron actividades escolares, se cerraron rutas turísticas y se habilitaron refugios temporales en áreas vulnerables, como parte de una estrategia preventiva ante posibles afectaciones mayores.
A pesar de que el ciclón se degradó a categoría 1 en pocas horas, su paso ha dejado intensas precipitaciones y amenaza con provocar inundaciones en regiones montañosas. Las alertas meteorológicas se mantienen en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y partes del sur de Veracruz y Puebla, donde el nivel de lluvias podría alcanzar niveles críticos.
El fenómeno continúa su desplazamiento hacia el oeste, acercándose a Guerrero y Michoacán, donde se prevé una pérdida progresiva de intensidad. No obstante, las autoridades insisten en que el peligro no ha pasado y exhortan a la población a mantenerse en resguardo, seguir los avisos oficiales y tomar precauciones ante posibles emergencias derivadas del temporal.