El gobierno de Estados Unidos anunció nuevas limitaciones en la emisión de visas dirigidas a familiares y colaboradores cercanos de individuos con historial comprobado en narcotráfico. La estrategia, detallada por el secretario de Estado, Marco Rubio, se enfoca en bloquear la entrada de drogas peligrosas, como el fentanilo, que ha causado miles de muertes en territorio estadounidense.
Rubio señaló que la política se sustenta en la orden ejecutiva 14059, con la que se sanciona a personas involucradas en actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico. Aseguró que el Departamento de Estado empleará todos los mecanismos posibles para desmantelar las redes de tráfico y evitar la entrada de sustancias que dañan la salud pública.
Esta acción se enmarca dentro del enfoque prioritario del gobierno de Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca, donde el combate al consumo y tráfico de drogas ha sido una bandera para justificar medidas migratorias y comerciales más estrictas. El objetivo es frenar el flujo de estupefacientes que afectan a miles de familias en el país.
Aunque la política representa un esfuerzo firme contra el narcotráfico, expertos advierten que su éxito dependerá también de la cooperación internacional y del fortalecimiento de acciones en origen para atacar los cárteles y sus redes de apoyo.