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“SE ME HACE QUE A TU ESPERANZA LE PASÓ LO QUE A LA MÍA”

Amores míos, espero que esta semana estén de mucho mejor ánimo que las otras, ya ven que el “doctor dead” ya dijo que vamos requetebien y que todos están en su contra porque antes de él sólo Pasteur aportó tanto a la humanidad. Pero bueno, pasando a temas menos ridículos, quiero platicarles que ahora que me ha tocado ir algunos días a la oficina ya veo que la ciudad empieza con su ajetreo común y corriente, a veces más corriente que común. Y no importa si están en la CDMX, en Guadalajara, en SLP o en Tijuana, el caos es el mismo. Si no me creen, basta ver la simpática “manifestación” que organizaron los del grupo del FRENAAA en seco en las cercanías del Zócalo de la CDMX. Llevaron como siempre a sus trabajadores para hacer más bola (¡cositas!) y hasta sus casas de campaña recién compradas en el “cosco weee” con todo y sus bolsitas de dormir de diseñador. Pues bueno, ya estaban todos bien puestos a plantarse frente al modesto Palacio Nacional, cuando les dicen los de azul (con chaleco naranja porque No Hay Granaderos): “Usted dispense, pero hoy no jóvenes”, quesque porque la pandemia, que los cubrebocas, que si acababa de trapear Beatriz y pos como pisarle con lodo, en fin, que los dejan enfrente de Bellas Artes y pos ni modo, a poner el “camping place aquí papaws”. Obvio para estas horas ya les dieron chance de acercarse un poco más, como que le soplaron todos al fabuloso para que secara más rápido y pudieran pasar las visitas.

Lo que pasa no es que mi ex amor AMLito los odie, no, eso no es de buenos cristianos, sino que se le empiezan a acabar los enemigos visibles y pues, si no pelea con alguien… “¿cómo justificamos que nomás no hacemos nada?”. La caída del partido de Calderón fue un “triunfo” mediático para la 4T, pero se acabó a quién agarrar de costal de box y muro de lamentaciones, así que la llegada FRENAAAAAAAAAAA le cayó “como anillo al dedo” y ahora todos los días se lanza contra ellos y con eso ni quién se acuerde de la pandemia, las masacres que le causan hilaridad, la caída de la economía y las obras que se les inundan más rápido que colonia popular. Cuando las casas de campaña vacías dejen de hacer olas, ya vendrá alguien más para colgarle el milagrito de que no avanza la transformación prometida.

Y si a esas vamos, pues ya llegó de donde andaba y se le concedió volver, a mí se me figuraba que no lo volvería a ver, pero sí, llegó el pollo giro, el niño maravilla, el azote de la clase turista, el joven Ricardo Anaya, ni más ni menos. La verdad me sentía como en una serie de esas en que todo está del carajo y de pronto reviven a un personaje para que le de oxígeno a la trama, así este sea un zombie, un caminante blanco o un muñeco de madera con vida. Creo que el buen Richard puede ir levantando polvo, al final tendría chance de jugar la carta de la víctima, del chavo incomprendido, del político noble que no pide nada porque todo tiene, algo así, porque la verdad es que el catálogo de líderes políticos en México que puedan realmente mover a la raza está muy jodido. A ver cómo le va al Chicken Little en su nueva temporada.

Ya me despido hoy, porque la verdad eso de las lluvias me tiene preocupada, no vaya a ser que don Tláloc se acuerde que antes había un lago o un río o lo que sea que quitaron para hacer mi multifamiliar y en una de esas me vea en canoa para llegar a mi casita.

 

Licenciada en Ciencias Ocultas

Doctora Honoris causa del Instituto Tecnocrático “Mártires del Neoliberalismo”.

remedios.morales.lap@outlook.com