En medio del conflicto en Gaza, los hospitales se encuentran desbordados, y los médicos enfrentan dificultades para tratar a los pacientes mientras los generadores de energía se quedan sin combustible. Los albergues de las Naciones Unidas en Gaza se han quedado sin agua, y miles de personas se han refugiado en el hospital más grande del territorio en un intento desesperado de protegerse de la inminente ofensiva terrestre israelí.
Civiles palestinos, ya afectados por años de conflictos, luchan por sobrevivir ante el operativo militar israelí sin precedentes. Israel cortó el flujo de alimentos, medicamentos, agua y electricidad hacia Gaza, destruyendo vecindarios enteros con ataques aéreos y obligando a un millón de habitantes del norte del territorio a desplazarse hacia el sur en anticipación a un ataque planeado.
El Ministerio de Salud de Gaza confirmó la muerte de más de 2,300 palestinos desde que comenzaron los combates el fin de semana pasado. Los trabajadores de ayuda humanitaria han solicitado protección para los más de dos millones de civiles en Gaza y han pedido el establecimiento de un corredor de emergencia para el traslado de asistencia humanitaria. Sin embargo, no hay indicios de que esta medida vaya a ser implementada en el futuro cercano, según Ahmed al Mandhari, director regional de la Organización Mundial de la Salud.
Los hospitales están enfrentando una grave crisis, y los médicos han decidido quedarse para atender a los pacientes a pesar del peligro. Los generadores de los hospitales están a punto de quedarse sin combustible, lo que podría resultar en la pérdida de vidas humanas. Los observadores humanitarios de la ONU estiman que esto podría ocurrir a partir del lunes.
Además, los albergues de la ONU en Gaza están experimentando una escasez de agua, y el personal se ha visto obligado a racionar el suministro de agua. Aproximadamente medio millón de residentes de Gaza se han refugiado en estos albergues, y la situación se vuelve cada vez más desesperada para ellos.
La falta de suministros médicos y la escasez de agua limpia son desafíos inminentes que enfrenta la población de Gaza. La comunidad internacional ha sido instada a enviar personal médico de reemplazo de manera urgente para ayudar a hacer frente a esta crisis humanitaria sin precedentes.
