En recientes días la crisis por el abastecimiento de agua ha derivado en las típicas manifestaciones y bloqueos de avenidas importantes, sin embargo la reciente muerte del repartidor de agua Alejandro “Parchís”, ha dejado un amargo sabor de boca entre todos los potosinos.
Entre ellos el vocero de la Arquidiócesis Potosina, Juan Jesús Priego Rivera quien además de condenar el asesinato, que cabe mencionar derivó de la negativa a distribuir el vital líquido, ya que se trataba de un servicio privado, lanzo la aseveración “el agua es de vida o muerte, ya vimos hasta dónde es posible que llegue una persona”.
La duda que el vocero de la iglesia potosina plantea es si realmente tuvo lugar esta muerte Por la desesperación que ha generado la falta de agua para la cotidianeidad de las familias, o si resultó de sus “ganas de saciar sus instintos criminales”.
Y es que la violencia a manos de civiles embrutecidos se ha presentado últimamente a nivel nacional con la difusión de videos e imágenes de linchamientos, tal como el ocurrido en la ciudad de Querétaro durante el enfrentamiento del club local con el Atlético de San Luis, sucesos que también dejaron en silencio al país.
Mientras tanto quedaremos pendientes de la situación de violencia en San Luis Potosí, debido a que seguirá existiendo el descontento social y “hay que cuidarnos mucho de ello”, como concluyó Priego Rivera.