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El Mirador
Redacción

¿Una normalidad como la de antes?

Tras dos años del primer contagio de COVID-19, tanto en el país como en San Luis Potosí, la situación comienza a verse un poco más “como antes”, la normalidad en la sociedad se restablece poco a poco. Las vacaciones de semana santa nos mostraron cómo la preocupación por los contagios fue disminuyendo, al grado de abarrotar playas y parajes turísticos, así como la posibilidad del regreso de actividades culturales importantes en la entidad potosina.

Sin embargo, una de las normalidades que nunca esperamos que volviera, es la de el trabajo en oficinas. El aislamiento para evitar contagios llevó a una gran cantidad de elementos de diversas empresas, a poder trabajar desde la comodidad del hogar, situación que les permitió mejorar la calidad de vida de los empleados con el ahorro de tiempo en los traslados, la disminución del presupuesto de gasolina y/o pasajes, las horas adicionales de sueño, las comidas sanas, la mayor convivencia con hijos, la menor exposición a la delincuencia y, lo más relevante, el menor riesgo de ser contagiado de covid.

A día de hoy, las principales vías en San Luis Potosí vuelven a lucir abarrotadas de vehículos, sin mencionar que las unidades del transporte urbano también sufrieron un incremento de usuarios, al incluir estos, no solo a trabajadores, sino a estudiantes que también retomaron las tan necesitadas y aclamadas clases presenciales. Aunque cabe mencionar que uno de los reclamos que prevalecieron durante el aislamiento, fue precisamente que los aforos en el transporte público nunca fueron respetadas.

Volviendo al tema, de acuerdo con la más reciente edición del Termómetro Laboral de la bolsa de trabajo vía internet OCCMundial, el 55 por ciento de los empleados cambiaría de trabajo si se elimina el trabajo desde casa o la posibilidad de alternar el trabajo presencial con el trabajo remoto. Es decir, la población se dio cuenta de que tal vez no era taaan necesario todo el esfuerzo y sacrificios que implican tener un trabajo.

Además, aunque el 24 por ciento de los encuestados en dicho estudio coincidió en que conseguir empleo es muy complicado actualmente, no descartarían la opción si se les llegara a presenta una mejor oportunidad laboral o con las medidas de seguridad que ellos están buscando.

Faltará observar si las empresas también se percataron de los beneficios que representó el tan aclamado “home office”, incluso, no todas las personas seguirán trabajando desde casa ni tampoco trabajarán totalmente de manera presencial. En esta nueva normalidad, que no es como la de antes, se estima que seis de cada 10 personas en el mundo tendrán un modelo laboral híbrido, en el que podrán laborar dos o más días por semana desde casa y el resto en la oficina.

“La normalidad postpandemia ha sido un gran reto para todo el mundo, en especial para las empresas, ya que la mayoría cambió su forma de trabajar, sus instalaciones y hasta su cultura organizacional, adaptándola a las medidas de seguridad necesarias”, apunta OCC Mundial.

De acuerdo con la encuesta El auge del lugar del trabajo híbrido, elaborada por Cisco, la pandemia detonó el trabajo híbrido, pues 58 por ciento de la fuerza laboral global espera trabajar desde el hogar al menos ocho días al mes, por lo que tal vez sea un paso para decir que si, que las empresas lo notaron y que quizá de forma paulatina podría hablarse de puestos totalmente remotos.

Una investigación de Bain & Company México, señaló que empresas del país están implementando esta modalidad de trabajo, donde tanto la compañía como el trabajador se ven beneficiados, debido a que permite lograr ahorros de hasta 30 por ciento en costos inmobiliarios y de hasta 20 por ciento en procesos operativos; mientras que, los trabajadores ahorran en promedio 180 horas anuales de tiempo de transporte y hasta 25 mil pesos al año.