San Luis Potosí es una entidad que puede presumir la existencia de diversas organizaciones civiles encargadas de la lucha por distintas causas legítimas en beneficio de los potosinos. Por ejemplo, Michu y Mau que apoya a niños víctimas de quemaduras o Renacer, la asociación encargada de apoyar legalmente a aquellos que no cuentan con los recursos económicos para costear un abogado.
De hecho, el altruismo de los potosinos se ve en los grandes donativos que reciben la casa del migrante y los grupos de apoyo para rehabilitación de jóvenes con problemas de adicción a alguna droga.
Triste es entonces mirar como el actual alcalde panista Xavier Nava, hizo uso de la reputación y la buena imagen de estos movimientos sociales para su propio beneficio político. Y es que, es bien sabido que previo a las elecciones del 2018 apareció la asociación llamada “Frente ciudadano anti corrupción”, mismo que, se dedicó principalmente a golpetear a los adversarios de Xavier Nava durante las elecciones.
Hasta cierto punto se debe celebrar siempre el surgimiento de voces que abonen en la pluralidad de opiniones y luchas en la entidad, en especial, cuando se trata de asuntos políticos donde es bien sabido que la impunidad está a la orden del día. Sin embargo, resulta triste ver como un movimiento como este, desaparece y aparece a conveniencia.
jemplo de lo anterior mencionado surge cuando, después del triunfo de Xavier Nava en las elecciones, sus pronunciamientos y grandes despliegues sensacionalistas callaron, poco se supo de sus miembros, en especial de uno de sus principales voceros Manuel Nava Calvillo, mismo que poco asomaba la cabeza en las pocas apariciones que tuvo el frente durante el año pasado.
Grave es ver como a dicha asociación civil hizo de oídos sordos las denuncias por atropellos en derechos humanos que cometía la administración panista en contra de trabajadores del ayuntamiento y ciudadanos de la capital que iban desde abusos de autoridad hasta verdaderos desfalcos en la economía de los potosinos.
El silencio destruyó la credibilidad del triste movimiento que no tenía ni tres años de fundación
Pero la historia no acabó ahí, ya que también individuos como Antonio Rodríguez Chesani se pusieron la etiqueta de activistas mientras cumplían la función de golpeadores y alborotadores en los eventos públicos de Nava Palacios. De activismo el comerciante de las vías no tenía nada.
Triste es ver como el legado más destacable que tendrá el PAN en San Luis Potosí durante el trienio actual, será uno de los principales destructores de la imagen de lo que debe ser una asociación civil y el activismo, mismo que para ellos solo fue un arma para las guerras sucias que les dieron un solo triunfo en las contiendas electorales.
Recordemos que la última trifulca en la que el Frente Ciudadano Anticorrupción protagonizó se llevó a cabo en el poder legislativo a finales de 2019.
El congreso se convirtió en un campo de combate entre las personas que esta AC acarreo, incluso de comunidades que no pertenecen a la entidad.
Ese día el congreso del estado solicitó al alcalde no mandar provocadores a dicho recinto, debido a que en lugar de aportar por la entidad, atrasaron temas importantes.
Nos queda esperara al 2021, en una de esas renace el Frente Ciudadano Anticorrupción, solo que en esta ocasión hay duda de la gente les vuelva a creer, porque como dijimos en un principio solo parte de lo que llevo a Nava al triunfo y hoy en día los potosinos están decepcionados de su edil y decepcionados de que ni el intento haga por lograr mejoras ya que todo fueron promesas.