Al viejo estilo emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el ciudadano originario de la capital de San Luis Potosí (SLP), Juan José Rodríguez Medina, auto apodado "El tigre" hoy también conocido como “El Minino Rodríguez”, quien se ha desempeñado como columnista del diario impreso Pulso, ha amasado una fortuna en inmuebles y concesiones emanados de cargos públicos.
De la mano del historiador, Rafael Aguilar, Contra Réplica se dio a la tarea de conocer a este personaje a fin de mostrar las artimañas que se mantienen entre los políticos priístas que dejaron el Poder, no sin antes ultrajar las finanzas públicas y acomodar a sus conocidos, amigos o familiares.
En la época de los 90's, el “Minino Rodríguez” se colocó como parte de la plantilla del diario Pulso, mismo medio que usó como moneda de cambio a fin de meter presión en diversos niveles políticos hasta alcanzar sus cometidos que se pueden traducir en dinero y puestos políticos. Todos los negocios turbios consecuentados por los actores políticos de primer nivel.
De cuna humilde, misma que negaba en estratos gubernamentales y periodísticos, según el testimonio, el “Minino Rodríguez” comenzó como comunicador en el Sol de San Luis, pasó por Canal 13, Heraldo, entre otros y finalmente encontró el acomodo necesario en el medio impreso Pulso.
"Él convierte el poder periodístico para golpear, para entrometerse en las instituciones de gobierno y donde sea" así lo decía el historiador en entrevista con el medio.
Otro de los aspectos del mencionado “Minino Rodríguez”, es que no conforme con haber "llevado agua a su molino", es que su estirpe tiene asegurado su futuro, pues en su calidad de padre responsable ha colocado a sus hijos en oficinas de Infonavit, SEGE y SEER.
"Se ha forjado un sillón de nubes de una manera inconcebible para un agiotista, para un déspota, para un hombre que ha vivido del Poder" destacó, al respecto, Rafael Aguilar en entrevista.
Como se mencionó, fue en el periódico en cuestión en donde se concretó su poder político, pues mezclando la cobertura que tenía en su momento la casa editorial con los secretos obtenía del Palacio de Gobierno, el ilustre periodista logró despegar y acercarse a las administraciones.
Si bien está comprobado que Juan José Rodríguez Medina, ha sabido sortear administraciones y convertirse en "un hombre de poder", las nuevas tecnologías de la información pasaron sobre el ilustre (además de su edad), pues es de todos conocido que los medios de comunicación clásicos como la radio, la televisión y el periódico van perdiendo fuerza ante los digitales, en los que el Minino Rodríguez no está inmerso.
"Ha perdido punch para golpear políticamente, llegó a conmover a la opinión pública, pero hoy ante la modernidad anda limosneando que le compartan su link", es como lo calificó el historiador Rafael Aguilar.
En resumen, Juan José Rodríguez Medina salió del barrio de San Sebastián en donde su familia vendía dignamente enchiladas para sustentarse, llegó con estudios básicos truncos al periodismo, entendió a los medios y supo orquestar su propia figura para colocarse en cargos públicos a tal grado que aún en fechas recientes incorporó a familiares a los estratos de poder.
Treinta concesiones del taxismo, aproximadamente una docena de casas en donde destaca la propiedad que le fue regalada por un ex gobernador en el sector de Balcones del Valle con supuesta colindancia con el Parque Tangamanga I, amenazas contra ciudadanos que le incomodan, un sin fin de "negocios" dentro de las instancias gubernamentales, son algunas de sus pertenencias. Sin duda, en el recuerdo de la historia así es como se va a recordar al “Minino Rodríguez”.