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El Mirador
Redacción

¿Xavier Nava habrá leído a Shakespeare?

El alcalde Francisco Xavier Nava Palacios tuvo una educación privilegiada, es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, y obtuvo una maestría, eso dice, en la London School of Economics, considerada una de las mejores del mundo en las ciencias sociales.

Con tales prendas académicas y sobre todo por su estancia en el Reino Unido, hay quien se pregunta si habrá leído alguna vez al dramaturgo William Shakespeare y en particular la tragedia de Macbeth, personaje con el que tiene una similitud asombrosa.

Cegado por la ambición del poder, Macbeth, incitado por su esposa, traiciona al Rey Duncan y lo asesina a cuchilladas mientras dormía, y así ocupó el trono con las manos ensangrentadas y la conciencia mortificada. Duncan lo estimaba y lo había recompensado con un título nobiliario, esperaba todo de su protegido menos la deslealtad.

Para efectos de esta narrativa, el Rey Duncan es nada menos que Ricardo Gallardo Juárez, quien hizo diputado federal a Xavier Macbeth que luego lo despojó de la alcaldía en una elección muy desacreditada. En una estimación moderada cada voto que obtuvo Gallardo le habría costado 500 pesos frente a los 2 mil pesos o más que tuvo que pagar Nava para sentarse en el trono del Palacio Municipal.

Las brujas que le profetizaron a Xavier Macbeth que llegaría a ser el monarca, luego se dará cuenta que lo engañaron, serían un tío político, un sector de empresarios que siempre ha medrado del gobierno, el doctor Carreras y una especie canina conocida como los “chuchos”. 

En las entrevistas que dio como candidato reveló un dato al que pocos le pusieron atención, le sufrió para que su ahora esposa lo aceptara como novio, no explicó la causa pero en los altos círculos sociales se sabe que el rechazo inicial se debió a que, a diferencia de ella, Nava no tenía ninguna fortuna, era lo que se dice con franqueza, “un pobre diablo”, su apellido le sirvió de dote.

Este matrimonio se logró gracias a la habilidad del padre de Xavier, Luis Nava Calvillo, quien supo casar a sus hijos con mujeres de la clase hegemónica local, millonarias  y muy católicas. 

En esta ciudad no se pueden ocultar los pecados y el arquitecto Nava Calvillo siempre fue visto como el más codicioso de los hijos del doctor Salvador Nava hasta la deshonra, y en esta debilidad humana Xavier Macbeth lo ha superado con creces. Nava Calvillo logró pagar los estudios costosos de su hijo haciendo triquiñuelas como constructor particular y al servicio del gobierno priista. “El Guacho” Benavente conoce la profundidad de esta alma perdida y por su odio al gallardismo prefiere callar; el que más provecho ha sacado de la naturaleza oscura de su cuñado, ha sido el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta. 

Quizá Xavier no ha leído a Shakespeare e ignora que tiene muchas semejanzas con ese personaje fatídico y atormentado que es Macbeth. Tiene a su servicio a una policía municipal que ha cometido delitos tan graves como la desaparición de personas y atracos a potosinos honestos y trabajadores como en su momento lo hiciera Carlos Jonguitud; reparte la obra pública a sus cuates y ya le echó el ojo a los millones con el remate de cientos de terrenos propiedad municipal luego que la SCJN le dio carta blanca para brincarse al Congreso del Estado, esa es su vulgar interpretación de la autonomía municipal, para el doctor Nava ésta fue algo muy distinto, un instrumento para defender a los potosinos de los abusos de poder, no para cometerlos como lo hace su nieto.

Si Nava primero traicionó a Gallardo y después al PAN, que le prestó el registro para llegar a la alcaldía, su siguiente paso será la candidatura al gobierno estatal, su ambición no tiene límites. Como usted sí conoce la obra de Macbeth, no le vamos a repetir el final de esta historia trágica.