En las últimas semanas se generó una controversia por la posibilidad, remota, de que el alcalde panista Xavier Nava Palacios se convierta en el candidato de Morena a la gubernatura de San Luis Potosí, dando como un hecho que el aspirante mejor posicionado, Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación, se ha descartado por voluntad propia.
En los círculos políticos se atribuye al exgobernador priista Horacio Sánchez Unzueta el haber plantado esta versión en medios que le son afines de que su sobrino político Nava Palacios sería el escogido por el presidente López Obrador, solo porque éste le guarda mucho afecto al doctor Salvador Nava Martínez, lo cual es una aberración por donde quiera que se vea.
Una cosa es que la memoria del doctor Nava perdure en el imaginario colectivo como un hombre bueno y honesto, y otra muy distinta que el alcalde capitalino lleve el apellido de su abuelo, solo tiene eso porque en lo demás es la negación absoluta de los valores que enarboló el fundador del navismo.
El doctor Nava nunca vivió de la política, nunca recibió salarios millonarios como el que ahora recibe su nieto en el municipio con el argumento de necesita ese ingreso que se acerca a los 100 mil pesos al mes y se hace el ofendido cuando los reporteros le preguntan si se lo reduciría como una medida de austeridad.
El doctor Nava no solo daba consultas gratis a los obreros y campesinos, renunció a su sueldo en las dos ocasiones que fue alcalde y lo destinaba para ayudar a la gente necesitada y para obras de pavimentación en colonias populares. El alcalde Xavier Nava está muy lejos de imitar a su abuelo, no le llega ni a los talones.
Otras razones por las que Nava Palacios no será el candidato de Morena, además de ser un antipático fifí, es porque se ha declarado sin tapujos ser un enemigo de la Cuarta Transformación, ha insultado al presidente Andrés Manuel López Obrador por utilizar una buena parte del presupuesto para las políticas sociales a favor de la mayoría de la población.
Le ha dicho populista y ha ido a patearle la puerta de Palacio Nacional exigiendo a la fuerza una audiencia a todos los alcaldes panistas que exigen más recursos sin aplicar medidas de austeridad. Se codea con personajes que se dedican a conspirar en contra de AMLO como Javier Sicilia y Sergio Aguayo que añoran los gobiernos prianistas que les concedían diversos privilegios que han perdido ahora.
Hay un dato que se niegan a reconocer los que impulsan a Nava, su pertenencia a los grupos de los “Galileos” y “Chuchos” del PRD, los que vendieron su alma al expresidente Enrique Peña Nieto a cambio de unas monedas y traicionaron a la izquierda y a AMLO, esto sería suficiente para no ser postulado por Morena a la gubernatura.
Ante la posibilidad de que el candidato de Morena sea el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona porque aparece en las encuestas en el primer lugar de preferencias y conocimiento de la ciudadanía, es por lo que Horacio Sánchez y los navistas se esfuerzan para que AMLO los voltee a ver solo por el afecto que le tuvo al doctor Nava.
El alcalde Nava ha sido un fracaso, solo recurrió a promesas que no cumplió de ser un servidor público honesto y eficiente; también mintió al acusar de corrupción al exalcalde Ricardo Gallardo Juárez porque ninguna denuncia ha prosperado, no se la ha podido comprobar ninguna irregularidad.