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Martha Navarro
El mundo de los introvertidos

El efecto Spotlight: ¿Realmente todos me están viendo?

Querido lector, ¿alguna vez has sentido que, al iniciar un proyecto, como un emprendimiento, subir contenido a redes sociales o abrir un nuevo negocio, todas las miradas están sobre ti? Esa emoción inicial, cuando compartes la noticia con tus seres queridos, puede convertirse en presión. De repente, parece que todos están esperando que cometas un error para criticarte y señalar tu fallo. Si te identificas con esta sensación, lo que estás experimentando tiene un nombre: efecto Spotlight.

El efecto Spotlight no se limita a momentos en los que tomas grandes riesgos o haces algo extraordinario. Se manifiesta en cualquier situación cotidiana, incluso cuando simplemente sigues tu rutina diaria. Todos en algún momento hemos tenido esa creencia de que cada cosa que hacemos, por insignificante que sea, será observada y juzgada por los demás.

El sitio web “Psicología y Mente”, define este fenómeno como "la sobreestimación que las personas realizan de la saliencia de su conducta o características". En otras palabras, creemos que nuestras acciones o aspectos de nuestra apariencia son mucho más notables para los demás de lo que realmente son. Esta tendencia a sobreestimar la atención que recibimos puede generar ansiedad y autocrítica negativa, como si estuviéramos bajo los reflectores todo el tiempo.

Este efecto también está relacionado con un concepto psicológico llamado autoconsciencia pública, que describe la conciencia que las personas tienen sobre cómo se ven y se comportan ante los demás. Según el sitio Neuroclass, aquellos con un nivel alto de autoconsciencia pública tienden a preocuparse más por su reputación y por cómo los perciben los demás, lo que puede estar vinculado a la ansiedad social.

Aquí es importante hacer una distinción entre dos conceptos: la sensación de ser observado y la preocupación crónica por ser observado. En el primer caso, una persona puede sentir que está siendo observada, pero si no le importa demasiado su apariencia o comportamiento, esta sensación no afecta su conducta. Sin embargo, en el segundo caso, aquellos que tienen una elevada autoconciencia pública están constantemente preocupados por cómo los ven los demás, lo que puede influir significativamente en su comportamiento. Estas personas, a menudo, adoptan más conductas prosociales, es decir, acciones que buscan agradar o evitar ser juzgadas negativamente por los demás.

El problema radica en que el efecto Spotlight distorsiona nuestra percepción de la realidad. Creemos que los demás están mucho más enfocados en nosotros de lo que realmente están. Es un sesgo que concentra la atención en nosotros mismos, y esto puede generar ansiedad social y pensamientos negativos, especialmente cuando nos preocupamos excesivamente por cómo nos ven o evalúan los demás.

La verdad es que, en la mayoría de los casos, las personas no nos prestan tanta atención como imaginamos. Cada uno está inmerso en sus propios pensamientos, preocupaciones y situaciones personales. Este enfoque mal dirigido sobre nosotros mismos es lo que provoca la sensación de estar bajo constante critica.

Sin embargo, ¿qué podemos para no ser víctimas de el efecto Spotlight? Primero, es esencial reconocer que esta percepción exagerada es solo eso: una percepción. No es una realidad. Practicar el mindfulness y aprender a dirigir la atención hacia el presente, en lugar de hacia lo que otros puedan estar pensando, puede ayudarnos a reducir la autoconciencia excesiva. También es útil recordar que, en muchas situaciones, los errores pequeños pasan desapercibidos para la mayoría, ya que no somos el centro de atención de los demás.

En conclusión, el efecto Spotlight se trata de un fenómeno mental que nos lleva a creer que estamos bajo la crítica constante de los demás, cuando en realidad no es así. Este enfoque excesivo en nosotros mismos puede estar relacionado con la ansiedad social y pensamientos negativos que si logramos cambiar nuestra perspectiva y reconocer que los demás no nos observan tan de cerca como imaginamos, podemos liberar la presión y vivir con más tranquilidad.

Y tú, querido lector, ¿Qué opinas acerca de esto? ¿Te consideras una víctima del efecto Spotlight?