Meta, la compañía detrás de Facebook e Instagram, se enfrenta a serios problemas legales tras ser acusada de promover la adicción a las redes sociales en adolescentes. El martes 15 de octubre, la jueza federal Yvonne González Rogers, con sede en Oakland, California, rechazó el intento de la empresa de desestimar las demandas colectivas presentadas en su contra, permitiendo que los casos avancen en los tribunales.
Las demandas, interpuestas por más de 30 estados y de manera independiente por Florida, señalan que Meta ha utilizado algoritmos diseñados para captar la atención de los adolescentes de manera excesiva, lo que ha derivado en problemas de ansiedad, depresión y distorsión de la imagen corporal. Según los demandantes, la compañía no ha advertido de manera clara a los usuarios sobre los riesgos psicológicos de sus plataformas, como Facebook e Instagram.
A pesar de que la jueza González Rogers limitó algunas de las alegaciones en las demandas, la mayoría de los reclamos seguirán adelante, lo que representa un golpe importante para la empresa tecnológica. Además, la jueza también rechazó la moción de Meta para desestimar varias demandas individuales presentadas por adolescentes y sus familias, quienes buscan compensación por los daños causados por la supuesta adicción a las redes sociales.
Los estados involucrados solicitan al tribunal que imponga medidas cautelares para detener lo que consideran prácticas comerciales ilegales y engañosas. También buscan una compensación económica no especificada que cubra los daños causados a los jóvenes afectados por el uso excesivo de las plataformas de Meta. Esta demanda podría llevar a Meta a realizar cambios significativos en su modelo de negocio y en la forma en que sus productos interactúan con los usuarios más jóvenes.
El caso de Meta no es el único en la industria tecnológica. Otras plataformas populares entre los adolescentes, como TikTok de ByteDance y YouTube de Alphabet, también enfrentan demandas similares. Al igual que Meta, se les acusa de desarrollar algoritmos que generan adicción, provocando problemas de salud mental entre los usuarios más jóvenes y no informando de manera adecuada sobre los riesgos asociados.
La creciente preocupación por el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes ha llevado a que más estados y autoridades regulatorias tomen medidas enérgicas contra las grandes tecnológicas. Las demandas no solo buscan responsabilizar a las empresas, sino también iniciar un cambio que proteja a los jóvenes de los efectos negativos de pasar demasiado tiempo en las plataformas digitales.
Meta, al igual que otras grandes tecnológicas, enfrenta ahora una importante presión para demostrar que sus plataformas no están diseñadas de manera que perjudiquen a los usuarios jóvenes. A medida que el caso avanza en los tribunales, se espera que más detalles sobre las estrategias de la compañía y los posibles cambios en su funcionamiento salgan a la luz.
La resolución de estas demandas podría tener un impacto significativo en la forma en que operan las redes sociales y en la responsabilidad que las plataformas digitales tienen sobre la salud mental de sus usuarios más vulnerables, particularmente los adolescentes.