Una fuerte explosión en Newcastle, Inglaterra, ha dejado a la comunidad en estado de shock tras el hallazgo del cuerpo calcinado de un niño de siete años entre los escombros. El trágico incidente, que ocurrió el día de ayer, no solo destruyó la vivienda donde se originó el estallido, sino que también dañó gravemente dos casas adyacentes.

Las autoridades locales han confirmado que, además del desafortunado deceso del menor, seis personas resultaron heridas y tuvieron que ser trasladadas de emergencia a diversos hospitales. Los servicios de rescate han estado trabajando incansablemente para despejar los escombros y buscar posibles sobrevivientes, aunque hasta el momento no se han encontrado más víctimas.

Los vecinos de la zona han expresado su dolor y consternación ante la tragedia. "Es difícil de creer que algo así haya sucedido aquí. La comunidad está devastada", comentó un residente que presenció el incidente. La policía y los equipos de emergencia están investigando las causas de la explosión, aunque aún no se han confirmado detalles sobre lo que pudo haberla provocado.

Las autoridades han instado a los residentes a permanecer atentos y a seguir las indicaciones de seguridad mientras se llevan a cabo las labores de rescate y la investigación. La comunidad se ha unido para ofrecer apoyo a las familias afectadas, buscando maneras de ayudar en estos momentos difíciles. La pérdida del pequeño ha dejado una huella profunda en todos aquellos que conocían a la familia, y la tragedia resuena en cada rincón de Newcastle.