Por Redacción Contra Réplica

Jay de la Cueva: Recordando sus raíces en Coyoacán

El músico reflexiona sobre su infancia en Coyoacán y su conexión con la música.

En ocasiones, olvidamos nuestros orígenes y los lugares que nos formaron, pero Jay de la Cueva, uno de los músicos más destacados de México, nunca olvida su hogar en Coyoacán, Ciudad de México. En una reciente entrevista con MILENIO, Jay compartió recuerdos de su infancia, un tiempo que moldeó su amor por la música.

Desde pequeño, Jay estuvo en contacto con la música gracias a su padre, un pionero del rocanrol en México. Nacido el 19 de diciembre de 1974, Jay comenzó su carrera musical a una edad temprana, influenciado por las melodías que resonaban en su hogar. Al recordar cómo sonaba Coyoacán, evocó una sensación de libertad y alegría. “Sonaba a vivo, sonaba a libre”, expresó. Recuerda salir a jugar al fútbol con amigos, una actividad común en un ambiente donde la inseguridad no era una preocupación como lo es hoy. “Podías salir a jugar en la cuadra, muy cerca del barrio de San Lucas”, relató.

Jay también destacó la presencia de otra familia influyente en la música mexicana, los Lara, quienes vivían en su vecindario. “Curiosamente, mis vecinos eran los Lara, que luego se convertirían en figuras importantes en la industria”, comentó. Esta conexión con la música estaba presente en su vida cotidiana, y la influencia de su comunidad fue fundamental para su desarrollo artístico.

El músico también rememoró su escuela primaria, Patricio Sanz, ubicada en la esquina de su casa. “Era una escuela sencilla, modesta; mis padres siempre apoyaron mi pasión por la música y mis sueños”, dijo. Su carrera despegó en la década de 1990 con Fobia, una de las bandas más representativas del rock en español, y posteriormente formó parte de otros proyectos como Los Cantantes, Moderatto y La Gusana Ciega.

Ahora, con una nominación al Grammy Latino por su primer disco como solista, Jay de la Cueva lleva consigo todos esos recuerdos. Él anhela regresar a esas calles que guardan momentos significativos de su infancia, donde no solo es un músico, sino también el niño que jugaba en la cuadra. “Quizá sea el momento de volver a esas cuadras, sería bonito, están en mi mapa mental todo el tiempo”, concluyó.

Con información de Milenio.