El riesgo de suicidio presenta un notable aumento los lunes y en el día de Año Nuevo, según un análisis reciente publicado en la revista The BMJ. Este estudio, que abarcó datos de 26 países, incluyó cifras de suicidio de 740 lugares desde 1971 hasta 2019, lo que permite una comprensión más clara de las variaciones a corto plazo en los riesgos de suicidio y la formulación de estrategias de prevención más efectivas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en 2019 más de 700 mil personas perdieron la vida a causa del suicidio, lo que representa aproximadamente el 1.3 por ciento de las muertes globales, superando los decesos por enfermedades como malaria, VIH/SIDA y cáncer de mama. Estos datos subrayan la urgencia de abordar el suicidio como un problema de salud pública.
Los investigadores del estudio encontraron que, en general, el número de suicidios es mayor en hombres y en personas de hasta 64 años. En todos los países analizados, los suicidios eran más frecuentes los lunes, constituyendo aproximadamente el 15-18 por ciento del total semanal. Esta tendencia podría estar relacionada con la angustia generada por el inicio de la semana laboral.
Los fines de semana muestran patrones diversos. En muchos países de América del Norte, Asia y Europa, el riesgo disminuye durante sábado y domingo, mientras que en América del Sur y Central, así como en Finlandia y Sudáfrica, se observa un aumento en los suicidios durante estos días.
Particularmente, el día de Año Nuevo se asocia con un incremento en el riesgo de suicidio en la mayoría de los países, siendo más pronunciado en hombres. En contraste, la incidencia de suicidios en Navidad varía, con un ligero aumento en algunos países de América Central y del Sur, y una disminución en América del Norte y Europa.
El estudio también consideró los efectos del Año Nuevo Lunar en países asiáticos. En China, Corea del Sur y Taiwán, solo Corea del Sur mostró un riesgo reducido de suicidio durante esta festividad.
Los investigadores sugieren que factores como el estrés laboral al inicio de la semana y el aumento del consumo de alcohol durante las celebraciones pueden contribuir a estos patrones. Sin embargo, reconocen la necesidad de realizar más estudios para comprender completamente estos factores.
Aunque el estudio presenta hallazgos significativos, los autores advierten sobre las limitaciones, como la posible falta de datos precisos o mal clasificados en algunos países, y la dificultad para evaluar el impacto de diferentes tipos de festividades.
A pesar de estas limitaciones, los resultados del estudio ofrecen una nueva perspectiva sobre el riesgo de suicidio, lo que puede ser útil para desarrollar programas de prevención y sensibilización más efectivos que tomen en cuenta tanto el día de la semana como las festividades.