La ola de demandas contra el rapero estadounidense Sean “Diddy” Combs continúa con la presentación de dos nuevas acusaciones este lunes. En la primera demanda, el famoso productor musical es acusado de drogar y agredir a un niño de 10 años en un hotel de Nueva York en 2005. La segunda demanda alega que Combs agredió de manera similar a un aspirante a concursante de 17 años durante las audiciones para “Making the Band”, un reality show musical que él creó y que se emitió en MTV en 2008.

Ambas acusaciones se suman a un creciente número de denuncias que indican que Combs ha agredido a múltiples víctimas en fiestas y reuniones durante las últimas dos décadas. Los abogados del rapero rechazaron las nuevas reclamaciones y acusaron al abogado de los demandantes, Anthony Buzbee, de buscar atención mediática. Buzbee ha anunciado que presentará un total de 120 nuevas demandas contra el músico en los próximos meses, programando anuncios semanales.

Según la primera demanda, la víctima, un niño que aspiraba a ser rapero, fue llevado a una reunión con Combs por sus padres, quienes contrataron a un consultor para facilitar el encuentro. Durante la cita en el hotel, el menor interpretó algunas canciones e ingirió una bebida que, según se detalla en la demanda, contenía una sustancia que lo aturdió. La denuncia afirma que Combs le mostró sus genitales y le pidió que los besara; al negarse, el rapero supuestamente lo forzó, lo que provocó que el niño perdiera el conocimiento. Al despertar, la víctima notó que no llevaba pantalones y experimentaba dolor. Combs le advirtió que haría daño a sus padres si hablaba, lo que le ha ocasionado “depresión y ansiedad severas”.

En la segunda demanda presentada este lunes, el demandante afirma que el rapero lo obligó a participar en actos sexuales, tanto con él como con su guardaespaldas, durante una audición de tres días para el programa mencionado. 

Estas demandas se suman a una serie de acusaciones en su contra, mientras que sus abogados las han desestimado como un intento de publicidad. Combs permanece en prisión tras declararse inocente de cargos de tráfico sexual.

Con información de La Vanguardia