Este 19 de noviembre se cumple un año del secuestro del buque Galaxy Leader en el Mar Rojo. Entre los 25 tripulantes retenidos se encuentra el ingeniero naval Arturo Zacarías Meza, originario de Misantla, Veracruz. Pese a los esfuerzos y negociaciones internacionales, la tripulación sigue sin ser liberada.
Familiares y amigos de Arturo realizaron ayer una misa en su ciudad natal, donde elevaron plegarias por su regreso. Alfonso Juárez Arroyo, tío del ingeniero, expresó la determinación de su familia para seguir buscando apoyo gubernamental. A través de redes sociales, el padre de Arturo escribió: "Seguimos pidiendo con fe y esperanza que pronto estemos reunidos".
La familia también se unió al mensaje colectivo difundido por los allegados de los tripulantes, quienes lamentan la falta de avances significativos en las gestiones. En el escrito, se subraya la inocencia de los marinos y se recuerda que las negociaciones han logrado pequeñas concesiones, como permitirles comunicarse con sus seres queridos, aunque el regreso a sus hogares sigue sin concretarse.
El Galaxy Leader, un buque con bandera de Bahamas, fue capturado por rebeldes hutíes el 19 de noviembre de 2023 mientras transportaba vehículos de Turquía a la India. La tripulación está integrada por trabajadores de cinco nacionalidades: dos búlgaros, 17 filipinos, dos mexicanos, tres ucranianos y un rumano. Los hutíes justificaron la captura exigiendo el fin de la guerra entre Israel y Palestina en Gaza, aunque se recalca que los marinos son civiles sin relación alguna con estos conflictos.
Durante este año, familiares de Arturo han recurrido a diversas instancias, incluyendo al Gobierno de Veracruz y a la Presidencia de la República, para solicitar su intervención. En octubre, buscaron el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum durante un evento en Veracruz. La Secretaría de Relaciones Exteriores aseguró que las negociaciones continuarán.
Las familias de los marinos secuestrados han destacado el apoyo recibido de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales, aunque insisten en que se requieren acciones más contundentes para garantizar la liberación de sus seres queridos. "Este ha sido el peor año de nuestras vidas, pero seguimos luchando y esperando su regreso", concluyen.
Con información de El Sol de México.