La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, enfatizó la importancia de respetar a México luego de que la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, hiciera declaraciones que comparan las fronteras de México y Canadá con Estados Unidos. Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum señaló que no responderá a provocaciones, subrayando el orgullo y la riqueza de México.
“No sé a qué se refiera (la embajadora Hillman), no vamos a caer en una provocación de qué país es mejor. Lo que sí es que a México se le respeta, y más por nuestros socios comerciales. Esa es mi función y la función de todos los mexicanos”, afirmó la mandataria.
Sheinbaum también destacó las fortalezas de México, reconociendo los desafíos actuales pero proyectando un futuro prometedor: “Somos un país con enormes riquezas, con nuestras problemáticas que estamos atendiendo y un futuro muy promisorio. México es un gran país”.
En una entrevista con la agencia Associated Press, la embajadora Hillman aseguró que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuvo éxito al convencer al presidente electo de EE.UU., Donald Trump, y a miembros clave de su próximo gabinete de no equiparar a Canadá con México en temas como el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos.
Durante una cena en el club Mar-a-Lago en Florida, Hillman destacó que se le hizo ver a Trump que la situación en la frontera entre Canadá y Estados Unidos es incomparable con la de México. “El mensaje de que nuestra frontera es tan vastamente diferente a la frontera mexicana fue realmente comprendido”, señaló.
Las declaraciones de Hillman surgen en un contexto de reconfiguración de las relaciones trilaterales entre Canadá, México y Estados Unidos bajo el T-MEC, que regula el comercio en la región. A pesar de los recientes comentarios, México ha reforzado su postura como un socio comercial clave en América del Norte, con un enfoque en la cooperación y el respeto mutuo entre las naciones.
La respuesta de Sheinbaum resalta la importancia de mantener una diplomacia firme, al tiempo que destaca las fortalezas de México como un actor relevante en la región.
La reciente afirmación de Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, sobre la supuesta superioridad de su país en comparación con México, ha generado indignación, especialmente al considerar el historial de explotación minera y laboral de empresas canadienses en territorio mexicano. Desde hace años, estas compañías han sido señaladas por prácticas cuestionables que dejan poco beneficio para México, mientras que Canadá acumula enormes ganancias.
Canadá controla aproximadamente el 60% de la minería en México, con empresas como Goldcorp y First Majestic Silver a la cabeza. Sin embargo, los beneficios económicos para México son mínimos. En 2021, la minería apenas representó el 0.97% de los ingresos fiscales del país, una cifra desproporcionadamente baja considerando las millonarias ganancias que generan las empresas canadienses. Además, existen casos documentados de evasión fiscal por parte de estas compañías, como el de First Majestic Silver, que buscó ampararse en el T-MEC para evitar el pago de impuestos.
Los proyectos mineros canadienses en México no solo representan pérdidas económicas, sino también un alto costo ambiental y social. Ejemplos como la mina de Tayoltita, en Durango, y la de Cosalá, en Sinaloa, destacan por conflictos laborales y violaciones ambientales, incluyendo contaminación de tierras y ríos. Además, algunas empresas han sido acusadas de negar derechos laborales básicos, como la formación de sindicatos independientes.
Las declaraciones de Hillman, en las que afirmó que no hay comparación entre las fronteras de Canadá y México en cuanto al flujo de drogas y migrantes, son especialmente hirientes dado este contexto. Mientras Canadá se beneficia de los recursos y la mano de obra mexicana, emite comentarios que minimizan la importancia de México como socio comercial. Estas afirmaciones desestiman los retos que México enfrenta, a menudo exacerbados por la intervención extranjera.
Este escenario pone en evidencia la necesidad de que México exija condiciones más equitativas en sus relaciones con Canadá, comenzando por la regulación de las prácticas de sus empresas en territorio nacional. La riqueza de México merece respeto y justicia, tanto en su explotación como en la narrativa internacional.
Con información de López-Dóriga Digital.