Trabajadores que laboraban en la ampliación de la carretera federal Pachuca-Huejutla, a la altura del municipio de San Agustín Metzquititlán, descubrieron lo que parece ser una pirámide enterrada. El supuesto vestigio quedó al descubierto cerca de la presa Arroyo Zarco, en una zona sin antecedentes arqueológicos conocidos, lo que ha generado expectativa en la comunidad y entre las autoridades.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fue contactado de inmediato para evaluar la estructura y determinar si realmente se trata de un monumento histórico. Según Héctor Labra Chávez, secretario de Turismo de San Agustín Metzquititlán, las dimensiones de la estructura oscilan entre los 300 y 400 metros. Además, los arqueólogos han encontrado en el área objetos antiguos como flechas, caritas y pinturas rupestres.
Sin embargo, las labores de remoción de escombros han dificultado el análisis detallado del hallazgo. Labra Chávez subrayó que en la región no se habían registrado vestigios de civilizaciones prehispánicas, por lo que las investigaciones del INAH serán cruciales para determinar el valor histórico de este descubrimiento.
Este hallazgo se suma a uno reciente en la Ciudad de México, donde arqueólogos encontraron vestigios de un muelle y un canal prehispánicos bajo la avenida Chapultepec. Dicho descubrimiento, realizado en una zona conocida por su riqueza histórica, incluyó restos de un asentamiento cercano al cerro del Chapulín y otros elementos de la época.
El INAH continúa con la evaluación de los restos en Hidalgo y se espera que en los próximos días se emita un informe preliminar. Mientras tanto, autoridades locales han pedido prudencia y protección del área para evitar daños al sitio. Este posible vestigio podría aportar nuevas perspectivas sobre las culturas que habitaron el altiplano mexicano, en caso de confirmarse su autenticidad.