Italia ha entregado a México 101 piezas arqueológicas en lo que representa la mayor devolución de este tipo realizada hasta la fecha. Estos objetos, considerados "monumentos arqueológicos muebles propiedad de la Nación Mexicana", poseen un importante valor histórico, cultural y económico, estimado en varias decenas de miles de euros.
Las piezas fueron sometidas a estudios técnicos por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para certificar su autenticidad y procedencia, confirmándose su origen en diversas zonas arqueológicas del territorio mexicano. Su atribución cronológica abarca desde el periodo preclásico mesoamericano medio (900-300 a.C.) hasta el posclásico (900-1200 d.C.), incluyendo culturas como la teotihuacana, zapoteca, olmeca y azteca.
Entre los objetos recuperados destacan miniaturas de arcilla, estatuillas antropomorfas y zoomorfas en piedra dura, así como jarrones de cerámica negra con efigies. Una de las piezas más notables es un jarrón en miniatura con la representación de Tláloc, la deidad de la lluvia, atribuido a la cultura tolteca-maya. También se incluye una figura masculina de cerámica con detalles pintados de rojo de la cultura olmeca y una "pintadera" de arcilla con una escena de sacrificio humano, perteneciente al periodo azteca.
Estas devoluciones se enmarcan en los esfuerzos internacionales para repatriar bienes culturales sustraídos de sus lugares de origen. La entrega refuerza la colaboración entre Italia y México en la protección del patrimonio cultural y la lucha contra el tráfico ilícito de piezas arqueológicas.
El gobierno mexicano celebra este acto como un paso significativo en la preservación de su herencia cultural. Estas piezas, además de su valor monetario, representan un vínculo invaluable con el pasado y la identidad del país. Su recuperación no solo fortalece el conocimiento histórico, sino que también pone en evidencia la importancia de proteger el patrimonio cultural a nivel global.