Por Cindy Palencia

La Ley Silla está aprobada y entra en vigor en el 2025

La reforma laboral establece la obligatoriedad de áreas específicas y periodos de descanso para los trabajadores.

Con la publicación de la Ley Silla en el Diario Oficial de la Federación, se formalizó el inicio de un cambio significativo en la normativa laboral en México. Esta reforma, que entrará en vigor el 17 de junio de 2025, busca garantizar el derecho al descanso de los trabajadores mediante el uso de asientos con respaldo adecuados en los centros laborales.

De acuerdo con el decreto, la Ley Silla será exigible para los empleadores 180 días naturales después de su publicación. Posteriormente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tendrá un plazo de 30 días para emitir la normatividad complementaria. A partir de entonces, las empresas contarán con otros 180 días para implementar las modificaciones necesarias en sus reglamentos internos.

La reforma está dirigida principalmente a centros de trabajo del sector servicios, comercio y actividades análogas, aunque en el ámbito industrial solo aplicará cuando la naturaleza de las actividades lo permita. Entre las disposiciones, se establece que las empresas deben asignar áreas específicas para los asientos y regular su uso, así como los periodos de descanso, a través de reglamentos internos.

El objetivo de la Ley Silla es mejorar las condiciones laborales, especialmente para quienes desempeñan actividades que implican largos periodos de pie. Con esta medida, se busca prevenir problemas de salud asociados a posturas prolongadas y promover un ambiente laboral más justo.

La implementación de esta reforma requerirá un esfuerzo significativo por parte de los empleadores para cumplir con las nuevas disposiciones. Sin embargo, su puesta en marcha representa un avance importante en la protección de los derechos de los trabajadores en México.

Con la fecha límite en el horizonte, la Ley Silla marca un precedente en la legislación laboral, colocando el bienestar de los empleados como una prioridad. Su éxito dependerá de la adecuada supervisión por parte de las autoridades y el compromiso de las empresas para garantizar su cumplimiento.