Por Redacción Contra Réplica

violencia en centros de rehabilitación: abusos y vulneraciones a los derechos humanos

La violencia física y psicológica que padecen algunos internos en centros de rehabilitación para adicciones en la Ciudad de México es un problema alarmante. Testimonios anónimos de personas que han estado en estos lugares describen abusos como castigos excesivos, desde la privación de comida y sueño hasta golpizas propinadas por otros internos bajo la supervisión de los encargados.

La afectación psicológica es la que más impacta a los pacientes, quienes relatan que los abusos verbales son constantes desde su llegada. Se les insulta y humilla, diciéndoles que su vida no tiene valor, que son drogadictos y que su familia los abandonó. Este tipo de trato desgasta aún más la autoestima de las personas, lo que dificulta su rehabilitación y provoca que muchos abandonen el proceso, solicitando a sus familiares que los saquen del centro.

En lugares como la Fundación Grupo Portales, los abusos incluyen la privación de comida, el trabajo excesivo y la confiscación de objetos personales. Incluso, se reporta que se les obliga a entregar artículos de higiene personal, como jabón y desodorante, para evitar ser golpeados.

A pesar de que algunos centros están destinados a la rehabilitación, los testimonios sugieren que en muchos de ellos sigue habiendo consumo de drogas. Algunos internos más experimentados las siembran en las pertenencias de los nuevos para generar represalias en su contra, como la privación de su higiene personal.

Otro centro, Nuevos Horizontes, ubicado en el barrio Los Reyes de Iztacalco, ha sido señalado por castigos severos, como el amarre de brazos y la golpiza con tablazos por intentar escapar o pelearse. Además, las condiciones de hacinamiento son críticas, ya que hasta 50 personas comparten un espacio reducido con solo cuatro literas, lo que obliga a algunos a dormir en el piso.

Aunque algunos centros ofrecen internamiento gratuito, otros cobran tarifas altas. Por ejemplo, en Reto a la Esperanza México AC, el costo por tres meses de tratamiento es de 2,000 pesos al ingreso y 1,100 pesos por cada semana posterior. Estos centros cuentan con médicos y psicólogos, pero las condiciones de los internos dejan mucho que desear.

Según la abogada María del Socorro Campos Cárdenas, la privación ilegal de la libertad se configura cuando una persona ingresa a un centro sin su consentimiento explícito, ya sea en estado de ebriedad o bajo el efecto de alguna droga. Además, es un delito cuando el personal del centro se presenta en un domicilio y obliga a una persona a ingresar en contra de su voluntad, incluso si los familiares autorizan el ingreso.