El Museo de los Bomberos de la Ciudad de México, ubicado en Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo, abrió oficialmente sus puertas al público. Este recinto, único en su tipo en el país y en el mundo por compartir instalaciones con la Estación Comandante Antón Artemio Venegas Mancera, ofrece una experiencia “viva” que combina historia, cultura y servicio.
Tras un proceso de rehabilitación de dos años, el museo fue inaugurado por el Jefe Vulcano, quien destacó la importancia de preservar y difundir el legado del Heroico Cuerpo de Bomberos. “Hoy se abre un espacio renovado para dar a conocer la verdadera historia y el legado de nuestros bomberos”, afirmó durante el corte del listón inaugural.
El museo, ubicado en la calle José María Vigil 56, fue restaurado por la Secretaría de Obras y Servicios para brindar instalaciones más seguras y funcionales. En su interior, los visitantes pueden explorar una amplia colección de uniformes, cascos, medallas, insignias y documentos históricos que narran la evolución del cuerpo de bomberos en la capital.
El director de los Bomberos, Pérez Cova, explicó que el museo busca contar la historia del Heroico Cuerpo de Bomberos de la CDMX, el único en el mundo creado por decreto presidencial. “Recobrar el orgullo de ser bombero es fundamental; somos el único cuerpo de bomberos en el mundo que ataca los incendios desde el centro”, expresó.
Entre las piezas más destacadas se encuentra la primera escala de mano que llegó al país en 1872, un vehículo de fabricación alemana tirado por caballos y reclinable, que fue el antecedente de las escalas telescópicas modernas. También se exhiben vehículos históricos como una autobomba de 70 caballos de fuerza, un vehículo europeo de 1910 con motor eléctrico y las “bombas polvorín”, operadas manualmente y jaladas por mulas.
El museo cuenta con una sala dedicada a honrar a los bomberos que han perdido la vida en el cumplimiento de su deber. Además, incluye obras donadas por familiares de bomberos jubilados o fallecidos, como el cuadro El Holocausto, también conocido como El Escape, pintado en 1936 por el bombero A. Terres. Esta obra, que estuvo a punto de desaparecer tras ser encontrada en la basura, fue restaurada y ahora forma parte de la colección.
El museo también ofrece un espacio para los más pequeños, con una ludoteca donde los niños pueden aprender sobre prevención de accidentes en el hogar. Además, se planean actividades educativas y visitas guiadas para escuelas y grupos interesados en conocer más sobre el trabajo de los bomberos.
El Museo de los Bomberos de la CDMX abre de martes a domingo, de 9:00 a 16:00 horas, y se consolida como un espacio cultural y educativo que rinde homenaje a una de las instituciones más queridas y respetadas de la ciudad.