La emblemática Acrópolis de Atenas permanece cerrada temporalmente debido a una ola de calor intenso que afecta a Grecia, con temperaturas que han alcanzado hasta 41 °C en varias regiones. La decisión busca proteger tanto a los turistas y al personal como evitar daños en las estructuras de mármol, cuyo calentamiento puede causar dilataciones y grietas que ponen en riesgo la conservación del monumento, que tiene más de 2 500 años de antigüedad.
Para disminuir los riesgos, el gobierno también estableció restricciones en actividades al aire libre durante las horas más calurosas del día, suspendiendo trabajos entre el mediodía y las 5 de la tarde en zonas vulnerables como Salónica, Ática y el Peloponeso. Las autoridades advirtieron que el incumplimiento de estas medidas puede acarrear multas de hasta 2 000 euros.
Esta es la segunda ola de calor severa que enfrenta Grecia este verano, fenómeno que ya ha provocado cierres previos del sitio arqueológico en años recientes. La vulnerabilidad del mármol frente a temperaturas extremas exige una vigilancia constante para preservar este patrimonio cultural de la humanidad.
Además, se han activado alertas por riesgo elevado de incendios forestales, especialmente en Ática y Peloponeso, donde la combinación de calor y fuertes vientos aumenta la posibilidad de siniestros que amenazan ecosistemas y comunidades locales.