Todos en algún momento nos hemos enamorado, hemos sentido los nervios a punto de ver a una persona que nos atrae, también la sensación tan placentera de estar cerca de el o ella, así como la idealización que realizamos e imponemos sobre aquel ser, como si de alguna forma todos los defectos que lo acompañan desaparecieran o incluso como si nunca hubieran existido.
Es conocido que cuando estamos enamorados, somos capaces de atribuir virtudes que a lo mejor no existen, pero que por nuestro enamoramiento, las adjudicamos a nuestra pareja. El día de hoy, querido lector, no hablaré acerca del enamoramiento, pero si sobre un fenómeno que en lo personal, considero muy cercano a la idealización que podemos llegar a tener sobre personas, situaciones e incluso ciertos contextos de vida, hoy platicaremos acerca del“El efecto Halo”.
Para iniciar, ¿Qué es el efecto Halo? Según el sitio web, “Psicología y mente”, el efecto Halo, es un sesgo cognitivo, por el cual tendemos a hacer que nuestra opinión y valoración, hacia una persona, organización o marca, surja a partir de la forma en la que juzgamos ciertas características especificas que acompañan a esa persona, organización, marca, contexto de vida o cualquier cosa que estemos evaluando.
Este término se basa en la idea de que si logramos identificar una característica positiva de una persona, organización, marca, etc; habrán muchas más posibilidades de que nuestra opinión general en referencia a eso, sea positiva.
Por ponerte un ejemplo sencillo y para que lo entiendas de mejor manera, imaginemos a un artista que te gusta mucho. Posiblemente su vida rodeada de fama, te haga pensar que todo lo que sucede en su contexto de vida es completamente positivo. El dinero y situación económica, el reconocimiento, las amistades y sus relaciones interpersonales, pero ¿es realmente cierto?. La verdad es que no podemos saberlo, puedes no tener una certeza de que eso sea así, sin embargo, lo piensas y lo crees, por la característica positiva que lo acompaña, en este caso: la fama, algo completamente aspiracional para muchos de nosotros.
En resumen, lo que trata de plantear el efecto Halo, es que nuestra opinión sobre cierta característica de un elemento, se expande a todo el elemento en sí, ocasionando una interferencia en la manera en que juzgamos y evaluamos otras características o propiedades de ese mismo elemento.
Uno de los primeros psicólogos en aportar evidencia de la existencia de este famoso efecto Halo, se llamó Edward Thorndike, quien publicó un artículo en 1920, el cual llevaba por nombre “A Constant Error in Psychological Ratings”, donde exponía los resultados de un experimento realizado con militares. Dentro del experimento se solicitó a un grupo de oficiales que evaluarán ciertas cualidades de algunos de sus subordinados. Los resultados mostraron que la manera en la que los oficiales evaluaban una característica en concreto,iba muy relacionada con la forma en que juzgaban las demás características. Los subordinados que obtenían puntuaciones negativas en un aspecto, tendían a tener calificaciones negativas en el resto de ellos, mientras que aquellos que eran evaluados de manera positiva en una cualidad especifica, obtenían una marcación positiva de manera global en sus demás aspectos a calificar.
Este mismo efecto, podemos verlo presente en diferentes áreas de la vida cotidiana, como las redes sociales y los creadores de contenido. Anteriormente mencionábamos el ejemplo de un artista famoso. Y en ocasiones, en el marketing utilizan este mismo sesgo cognitivo, para generar una buena imagen en las marcas que consumimos, un ejemplo de ello, puede ser la publicidad con artistas e influencers que tienen una gran comunidad. Muchos de sus seguidores, están bajo el efecto Halo, en el que debido a una característica positiva que ven en ellos, automáticamente, consideran que su opinión sobre otros temas es igual de positiva o es importante como para escucharla, lo mismo con la ropa que usan, los lugares donde comen y las marcas que utilizan, lo cual aprovechan en la industria del marketing.
Sin embargo, ¿cuál es el peligro de este famoso “Efecto Halo”? Si bien, en muchas situaciones, no necesariamente tiene que ser completamente negativo, sino un sesgo completamente normal, que nos sucede a muchos de nosotros, también puede ser arriesgado si no conocemos un punto medio. Esto lo podemos ver actualmente con las redes sociales. Miles de jóvenes, viven idealizando la vida de muchos creadores de contenido, generando ansiedad y constante preocupación sobre sus propias vidas, así como un sobreconsumo de productos innecesarios, que única y exclusivamente son adquiridos por parecerse o escuchar a un artista o famoso, y no porque en realidad sean favorecedores para su bienestar, provocando un ciclo de vacío constante y una cadena de consumismo eterna.
Es importante cuestionar las cosas que vemos. Si bien conocer este efecto es interesante y nos ayuda a conocer más sobre nuestro cerebro y los diferentes fenómenos que suceden dentro de el, identificar y aprender acerca de este sesgo cognitivo, nos permite entender que es sumamente significativo no creer absolutamente todo lo que dice nuestra mente, y preguntarnos, si aquello que vemos como positivo, realmente lo es en su totalidad.Aprender que aunque es bueno confiar, es igual de trascendental, ser curiosos con lo que vemos en nuestro día a día y conocer todos los espectros de ello, tanto lo bueno como lo malo, y de ahí tomar la decisión: ¿Qué es lo mejor para nosotros?.