En medio de la guerra comercial que ha desatado pánico en los mercados financieros, Donald Trump moderó una vez más su postura.
El presidente de Estados Unidos exentó de sus aranceles recíprocos a los teléfonos inteligentes, computadoras, chips y otros aparatos electrónicos. La medida aplica en particular a los dispositivos importados desde China, cuyos productos enfrentan gravámenes de 145% en su entrada a EU.
Además de evitar un impacto en los precios de estos productos, la exención beneficiará a gigantes tecnológicos como Apple, que fabrica su iPhone y otros productos estrella en China, así como a Dell o Nvidia. Analistas habían previsto que, con los aranceles recíprocos, el precio de un iPhone de alta gama podría saltar de mil 599 a dos mil 300 dólares.
Los smartphones fueron la principal importación estadunidense de China en 2024, con un total de 41 mil 700 millones de dólares, mientras que las computadoras portátiles fabricadas en la potencia asiática ocuparon el segundo lugar, con 33 mil 100 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo de EU.
Los semiconductores también estarán libres del impuesto aduanero de 10% que Estados Unidos aplica a la mayoría de bienes, sin importar el país de procedencia.