En poco más de un mes, nueve personas denunciaron ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México haber sentido pinchazos mientras viajaban en el Metro o Metrobús. Siete mujeres y dos hombres, de entre 16 y 44 años, aseguraron haber sido atacados de forma repentina en distintas líneas del transporte colectivo, lo que encendió la preocupación entre usuarios frecuentes del sistema.
Tras recibir atención médica y someterse a estudios toxicológicos, las autoridades confirmaron que no se encontró presencia de sustancias en ninguno de los casos. De acuerdo con el informe oficial, no hay indicios de que los hechos estén relacionados con intentos de secuestro o agresiones químicas, y las personas afectadas se encuentran fuera de peligro.
Aun así, la Fiscalía activó un equipo de investigación integrado por peritos, policías de investigación y elementos de seguridad pública, quienes ya trabajan en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y autoridades del STC y Metrobús. El objetivo es prevenir cualquier tipo de agresión mediante un operativo de vigilancia reforzado en estaciones, andenes, vagones y unidades.
Además, se ha puesto a disposición de los usuarios una serie de recomendaciones en caso de enfrentar una situación similar: accionar la palanca de emergencia, buscar al personal de seguridad y solicitar acompañamiento. Si es necesario, el protocolo contempla atención médica, apoyo psicológico y asesoría legal para interponer una denuncia. Aunque no se ha confirmado riesgo grave, el fenómeno ha generado una respuesta institucional activa para proteger a quienes se trasladan diariamente en la capital.