El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro en su postura hacia China al pactar una tregua temporal en la guerra comercial entre ambos países. Este acuerdo implica una rebaja significativa en los aranceles impuestos por Washington, que pasarán del 145% al 30%. Por su parte, Pekín también reducirá sus aranceles, de un 125% al 10%, en un periodo de 90 días, lo que permitirá iniciar nuevas negociaciones sobre los términos comerciales.
El cambio de postura por parte de Trump llega después de semanas de tensión, y responde a la exigencia del presidente chino, Xi Jinping, quien había insistido en que los aranceles debían ser eliminados antes de cualquier conversación seria. Este acuerdo podría allanar el camino para una resolución más amplia de la disputa, aunque no se han revelado detalles sobre futuras concesiones o medidas adicionales.
Las bolsas de valores han reaccionado positivamente a la noticia, con fuertes subidas en los mercados bursátiles internacionales. Los inversores parecen ver en este pacto una señal de que la escalada comercial entre las dos economías más grandes del mundo podría estar acercándose a su fin, al menos de manera temporal.
Este giro en las negociaciones, sin embargo, sigue siendo frágil y depende de que ambas partes logren llegar a un acuerdo definitivo en los próximos tres meses.