José Mujica, quien gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, ha sido reconocido como uno de los principales referentes de la izquierda latinoamericana, conocido por su postura de austeridad y su profundo compromiso con la justicia social. Su deceso, confirmado por el presidente uruguayo Yamandú Orsi, se produjo después de que Mujica revelara que el cáncer en su esófago se había expandido al hígado.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su tristeza por la pérdida de su amigo cercano, destacando su vida como un ejemplo de lucha política, ternura y humildad. Por su parte, el Gobierno de Uruguay decretó duelo nacional hasta el 16 de mayo, y se celebrarán honores fúnebres y un velorio público en el Palacio Legislativo de Montevideo.
Líderes como Nicolás Maduro, Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales también rindieron homenaje a Mujica, recordándolo como un hombre humilde y un incansable luchador social. A lo largo de su vida, Mujica se mantuvo firme en sus principios, defendiendo la unidad de América Latina y la justicia social.
El legado de José Mujica perdurará en la memoria colectiva de la región como un símbolo de integridad, lucha y dedicación a la causa de los más desfavorecidos.