El gobierno de Canadá ha anunciado una serie de reformas en su sistema de asilo con el objetivo de reforzar la seguridad fronteriza y gestionar de manera más eficiente el creciente número de solicitudes de refugio. Estas modificaciones incluyen la implementación de criterios más estrictos para determinar la inadmisibilidad de las solicitudes, buscando proteger el sistema contra aumentos repentinos que puedan comprometer su capacidad operativa.

El Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marc Miller, explicó que estas medidas permitirán al sistema migratorio canadiense ser más resiliente y receptivo ante nuevas tensiones. Además, se contempla la creación de centros regionales mixtos con representantes de autoridades federales, provinciales y locales para concentrar la capacidad operativa en la interceptación de inmigrantes ilegales y drogas ilícitas.

Estas reformas también buscan mejorar la cooperación entre autoridades canadienses y estadounidenses para contrarrestar el ingreso de migrantes ilegales, mediante un mayor intercambio de información sobre cada intercepción ilegal en la frontera. Asimismo, se propone modificar la legislación contra el lavado de activos para aumentar las penas y sanciones administrativas contra quienes practiquen este tipo de delitos.

Con estas acciones, Canadá reafirma su compromiso de mantener la seguridad nacional y la integridad de su sistema migratorio, al tiempo que busca garantizar una gestión ordenada y justa de las solicitudes de asilo.