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El Mirador
Redacción

Con un dedo no se tapa el sol

No solamente el Coronavirus ha azotado a la entidad potosina durante este año también lo han sido la escalada en violencia derivada del crimen organizado.

Solo basta revisar cualquier día en el calendario de este accidentado año para constatar que la guerra entre distintos carteles no ha disminuido, se ha recrudecido y ha tomado como rehenes a los habitantes de todos los municipios, en especial aquellos alejados de la capital y que apenas cuentan con un puñado de policías para hacerle frente a los cientos de sicarios y operadores que se pelean la plaza en que se ha convertido el estado.

Pero lo que más nos debería doler es la indolencia de las autoridades, quienes pasaron del “esto está ocurriendo en todo el país” a un “pero todos los muertos son malos”. Como si los potosinos no tuvieran memoria.

Porque a eso le han apostado los alcaldes y gobernador en esta jornada de asesinatos y balaceras, que con cada delincuente asesinado, perdonemos a aquellos niños que han muerto en el fuego cruzado, o todos esos negocios de gente honrada que tuvieron que cerrar por las extorsiones impunes de las que eran víctimas.

La mediocridad de nuestros funcionarios electos ha ido desde la indiferencia hasta el cinismo, porque si bien entendemos que un municipio en el altiplano simplemente no cuenta con los recursos para enfrentar a la delincuencia, en otros casos como la capital solamente vemos que los millones de pesos y miles de elementos de seguridad disponibles, son destinados para sembrar más psicosis en la ciudadanía.

Porque la agresiva política recaudatoria por parte del alcalde panista Xavier Nava, ha despertado un temor en peatones y conductores de ser víctimas de extorsiones y multas arbitrarias por parte de la policía municipal que debería estarlos protegiendo de las balaceras y robos.

Los que sabe, dicen que la guerra entre grupos delictivos va para largo, porque en un estado donde se carece de oportunidades económicas y con una crisis a la vuelta de la esquina producto de la pandemia, solamente orillara a más ciudadanos a buscar un ingreso económico en las vías ilegales.

Triste destino al que le han condenado nuestros mediocres gobernantes.