Michael Fischer, analista y columnista en temas de tecnología, presenta una sección en su canal de YouTube que se titula algo así en español “Cuándo los smartphones eran diferentes” misma donde presenta los teléfonos inteligentes de hace varios años, cuando los diseños eran realmente diferentes unos entre otros y era fácil encontrar el sello de cada uno.

Es fácil recordar cuando HTC y Apple eran las empresas que fabricaban smartphones con cuerpo en aluminio, mientras Motorola ofrecía una personalización de sus teléfonos con elementos como madera o cuero, mientras Samsung y LG se inclinaban por diseños extravagantes con pantallas curvas y lectores de huella en la parte trasera de sus carcasas.

En un mercado tan variado como fue el de los 90’s y el de los 00’s se podría decir que había un teléfono para todos los gustos. Situación que es difícil verla reflejada en la actualidad, donde la mayoría de los equipos y las empresas han desdibujado sus identidades por justas razones.

Y es que actualmente en el diseño de un teléfono cada rincón y espacio es aprovechado por los ingenieros para colocar una batería más grande, una pantalla más grande con menos espacio para esconder los sensores de reconocimiento facial y la cámara digital, así como enormes lentes para fotografía en la parte trasera y algún discreto logo de la empresa acompañando una retaguardia protegida en cristal para permitir la carga inalámbrica.

En este contexto, la presencia de emprendedores como Carl Pei resultan una bocanada de aire fresco en el mercado. Y es que el diseñador e ingeniero originario de Suecia hizo olas en el mundo tecnológico hace más de una década, al principio con OnePlus el smartphone financiado por inversionistas chinos que prometía traer tecnología de gama alta a precios de gama media.

OnePlus ha llegado a venderse en los mercados más grandes de consumo como es Estados Unidos, India, China y Europa. Además de ofrecer varios modelos y productos que, como empresa, han consolidado una base fuerte de seguidores.

En el caso de Pei, actualmente ha fundado una compañía con el nombre “Nothing” que, el año pasado presentó su primer producto, unos audífonos inalámbricos llamados “ear 1” mismos que compiten directamente con los airpods de apple y los buds de Samsung.

Igualmente, Pei prometió lo que sería el lanzamiento del primer smartphone de la compañía, mismo que ya ha sido presentado en eventos privados y por analistas tecnológicos en días recientes y es cierto que el diseño es completamente diferente al mercado actual.

El llamado pone (1) presenta un diseño con carcasa transparente y luces programables que ofrecen una identidad temas que, aunque se habían visto ya en teléfonos diseñados para gaming como los de Asus y Razer, aún no se habían visto para el consumo casual.

Además de que el precio promete ser accesible para gama media como lo habría hecho antes OnePlus, el ecosistema que Carl Pei promete construir en Nothing podría ser una de las ofertas más interesantes en un mercado que necesita desesperadamente variedad en sus productos, al menos en un nivel cosmético.

Aun así como lo decía Marques Brownlee siguen existiendo problemas en software que Android como sistema operativo debe resolver para que el casi monopolio de Apple termine, tal es el caso de las transferencias de archivo vía Airdrop y las comunicaciones mediante iMessage y Facetime. Pero ese es trabajo de Google y pareciera que no están muy interesados en resolverlos por ahora.