El 72 por ciento de los estados que conforman el territorio nacional sufre de sequía, de acuerdo con los datos  proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua); esto agrava de forma significativa el abasto y suministro del preciado líquido para la población en general.

Es observable que la escasez del agua se convierte año con año en un verdadero flagelo, que crece y crece en aquellas regiones del país que sufren de por sí de un abasto irregular.

El caso de Nuevo León es muy representativo, aunque de forma regular en ese estado escasea el agua, en tiempo de sequía el líquido es prácticamente inaccesible a la población, esto es altamente relevante, ya que sin agua es imposible atender las necesidades primordiales de subsistencia de la población.

El desabasto de este preciado líquido es un detonante para acrecentar los conflictos sociales que, incluso por este hecho, se sobreponen a los flagelos como son la inseguridad, el desempleo, la corrupción, entre otros. El agua para el consumo humano no puede suprimirse. 

Recientemente, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, anunció que en este estado de la república, el impacto de la sequía no afecta de forma consistente el abasto del vital líquido.

Asimismo, anunció la creación de nuevas infraestructuras hídricas y se reunió con representantes de Aqualia, la empresa que ostenta la concesión para la explotación de la presa El Realito, que abastece en mayor porcentaje al estado potosino.

Gobiernos anteriores al actual, durante décadas, desdeñaron el evidente conflicto que se genera por la escasez del líquido vital, y gobiernos plagados de corrupción consintieron un mal trazo en la red de distribución.

El gobierno gallardista logró, recientemente, el compromiso de implementar 150 millones de pesos para corregir las fugas y fallas que existen en un primer tramo de dicha red, con esta acción de gobierno se evitará el desperdicio de más del 40 por ciento del caudal que ingresa a San Luis Potosí, proveniente de El Realito. Sólo de imaginar la desatención de los gobiernos anteriores, que permitieron el desperdicio de tal cantidad de agua, se antoja calificarlo de un verdadero acto criminal.

Hoy, para el gobernador Gallardo, la aplicación de políticas públicas que fomenten la inversión tanto en infraestructura de suministro como en nuevas tecnologías para el reciclamiento del agua son prioridad de su gobierno.

San Luis Potosí se coloca a la vanguardia con una serie de obras adicionales y de alta inversión que, durante la presente administración, se habrán de realizar. Con estas acciones Gallardo Cardona garantiza al pueblo potosino el suministro de agua para más de cien años.

La ideología con que actúa el gobernador Ricardo Gallardo armoniza la cabal atención de las necesidades primordiales de los potosinos, con el cuidado, la defensa y el correcto aprovechamiento de los recursos naturales.

El debido diagnóstico y la implementación correcta de la política pública a aplicarse en cada rubro son lo que le ha dado a Ricardo Gallardo el reconocimiento de la población potosina que hoy lo coloca dentro de los cinco mandatarios mejor calificados a lo largo y ancho de la república mexicana.