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Héctor Serrano Cortés
Héctor Serrano Cortés

Se avista crisis social en Nuevo León

Fue difundido por diferentes medios un video que muestra a Samuel García Sepúlveda, gobenador de Nuevo León, en tremenda arenga estridente y con gran enojo, hablando de la crisis que vive su estado por la falta de agua; en el mismo, se observa al mandatario estatal en un evento público con un discurso cargado de ira, pero también de incongruencia y torpeza.

Al estilo de la Chimoltrufia, que “así como dice una cosa dice la otra”, era vitoreado por un escaso grupo de acompañantes, en tal evento acusó de falta de solidaridad a los estados de la república, así como a la población en general. El reclamo se centró en que estando en crisis su entidad por falta de agua, nadie había levantado la mano para hacerles llegar siquiera “una chingada despensa”.

Acusó al pueblo mexicano de no ser solidarios con ese estado del norte, y en su confuso discurso, primero reclama la falta de solidaridad, pero alardea de no requerir la ayuda de nadie y aseguró que el pueblo neoleonés habría de resolver sus propios problemas. El mandatario estatal fue más allá, manifestó que si era necesario sacar agua por debajo de las piedras, así lo haría. No sin antes amenazar con que buscaría reformar la aportación que genera ese estado a la federación.

Mostraba una gran frustración aparentando enojo, parece ser que al gobernador se le está haciendo bolas el engrudo y no sabe cómo afrontar los problemas de fondo que vive la población de su entidad y que se concentran en necesidades primordiales; ojalá y ya tenga claro que no es lo mismo entretener a sus seguidores de redes sociales, que gobernar con seriedad y aplicar las políticas públicas que logren el bienestar de sus gobernados.

Lo mismo culpa a la Comisión Federal de Electricidad por falta de energía, que a la Comisión Nacional del Agua por falta de agua; culpa a los mexicanos porque a su juicio no son solidarios; pero al final, se muestra con la soberbia y actuación visceral que lo caracteriza.

Esa soberbia que se permite por pertenecer a una clase social económicamente alta, y llevar una vida de privilegios, con lo que difícilmente, siquiera, pensaríamos que en su hogar escasee el vital líquido, como hoy ese grave problema es el flagelo de sus paisanos que no alcanzan siquiera a atender sus necesidades básicas.

Es grave, pero parece ser que el gobernador Samuel García difícilmente podrá dar a los neoleoneses lo que necesitan. Hasta ahora no ha presentado una propuesta viable real que permita observar la posibilidad de así hacerlo. Hoy se limita a la arenga que busca la división y el enojo de sus paisanos, para redireccionar el malestar existente y el reclamo justificado que le corresponde atender únicamente y exclusivamente a su gobierno.

El mandatario estatal seguramente piensa que con esa dosis estridente y aparentemente enérgica, sus gobernados quedarán satisfechos y habrán de sustituir sus necesidades vitales con el rencor y el resentimiento hacia los demás.

Ah, pero la arenga no concluyó ahí, reclama a los propios empresarios de su estado la aportación necesaria que, hoy, es verdaderamente ínfima. El reclamo por su falta de solidaridad quedó claro y latente, solo habría que recorderle que, precisamente, a ese sector es al que pertenecen él y su familia y que durante décadas este sector no ha pagado el precio justo que correspondería a la forma en que se enriquecen por el uso y abuso de los recursos naturales del pueblo de México.

Qué bueno que el compromiso ha quedado claro, don Samuel se comprometió a obtener el agua hasta por debajo de la piedras. Que apure la marcha y que atienda de forma urgente esta vital necesidad, antes de que se generalicen los enfrentamientos que ya se registran entre sus vecinos, y de los cuales ya circulan imágenes  en las que se les observa confrontándose por obtener un poco de agua.

Hoy el estado de Nuevo León está próximo a enfrentar, lamentablemente, una crisis social que parece no observa el poderoso gobernador de ese estado.