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Héctor Serrano Cortés
Héctor Serrano Cortés

Coahuila y el candidato de la 4T

Dos importantes elecciones habrán de librarse en el  2023. En Coahuila y el Estado de México las fuerzas políticas inician sus procesos internos para definir a sus candidatos que habrán de vivir el proceso electoral del próximo año.

La entidad mexiquense es por excelencia el bastión más representativo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, aún más, del acaudalado grupo Atlacomulco que ha gobernado durante décadas esa región de la República Mexicana, aunque para algunos parecieran siglos. Sin embargo, hoy en el Estado de México las cosas no parecen favorecer al tricolor: el gobierno del Alfredo del Mazo y las pifias electorales de ‘Alito’ permiten vaticinar que el Estado de México habrá de pasar a formar parte del bloque de gobernadores de la 4T; por eso, Coahuila se convierte en la única alternativa del tricolor y ahí se habrá de librar la más cruenta defensa que ese partido habrá de realizar para tratar de conservar una gubernatura.

En medio de ese escenario, en ese estado del norte, una figura muy representativa de la 4T hace su aparición. Se trata nada más ni nada menos que del subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía. Para aquellos que lo conocen, Ricardo Mejía no solo es un hombre de lealtad probada al gobierno del presidente López Obrador, también lo es a su partido, Morena, e innegablemente, al estado que lo vio nacer.

Su capacidad de operación  y de movilidad política  ha sido tan reconocida y efectiva que prácticamente en todos los procesos que ha participado, a lo largo y ancho de la República Mexicana, estos han resultado exitosos.

Mejía garantiza en Coahuila la posibilidad de suprimir los intereses de los grupos de poder tradicionales, y al hablar de estos también hablamos de los actores políticos tradicionales de ese estado que, innegablemente, tienen relación entre sí, ya sea de un partido o de otro.

Ricardo Mejía no forma parte de esa clase política; es decir, su capacidad en materia de política electoral y política pública ha sido probada en otros ámbitos locales, y hoy su nombre se escucha como una posibilidad para ser el abanderado de la izquierda en esa tierra norteña. Su actuación a cargo de la seguridad pública y su capacidad de interlocución lo colocan con altas posibilidades para ser el candidato.

 

Está claro que el actual subsecretario responsable de la seguridad tiene un camino que recorrer al interior de su partido de altas dificultades, pero con altas expectativas de lograr el tan anhelado honor de representar a su partido en la elección del titular del gobierno del estado de Coahuila.

 

Muy pronto sabremos si la decisión tomada por la izquierda en esa región es inteligente o sólo responde a los intereses de grupúsculos que de una u otra manera buscan continuidad en el poder.