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Héctor Serrano Cortés
Héctor Serrano Cortés

Gallardo, más allá de la difamación 

La difusión hecha por Guacamaya Leaks sobre información de un supuesto hackeo a la base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, hoy, es utilizada a modo, en su gran mayoría por los adversarios de actores políticos que aparecen en los supuestos informes, que aseguran fueron elaborados por integrantes de la propia Sedena; es decir, militares. 

Entre los miles de archivos que supuestamente contiene esa información, cada actor político o medio, ya sea electrónico o de cualquier otra naturaleza, selecciona al adversario y difunde información que, en muchos de los casos, presuntamente vincula a estos actores políticos con actividades delictivas.

Hoy, pareciera que solo basta invocar como fuente a los hackers de Guacamaya Leaks para difundir información, en la mayoría de los casos sin prueba, y así denostar, acusar y descalificar, con el único objetivo de dañar la imagen, sobre todo de actores políticos.

Recientemente, algún medio difundió un supuesto informe proveniente del hackeo, en éste se pretendía involucrar al gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, en supuestas actividades relacionadas con algún cartel mexicano. El jefe del Ejecutivo Estatal precisó, a través de un contundente desmentido, la falsedad de todo lo escrito; quien lo difundió refirió que su fuente era la información del hackeo realizado a la Sedena.

El hackeo es un acto ilegal, es delincuencial, por ello algunos periodistas que han retomado esa información, incluso la clasifican como “robada”. Pero aún más grave es cuando en la nota se lee que quien elabora el propio informe antepone a cada expresión los términos “habría pactado”, “mantendría vínculos”, “supuesto pacto”, o “supuestas diferencias”, es decir, aunque el informe fuera auténtico, en ningún momento se acusa de forma contundente, y mucho menos con elementos, al gobernador potosino.

Lo que sí es cierto, es que algunos que retoman esa información jamás reparan en que sobre esa calumnia existe ya una carta aclaratoria que desmiente o niega lo que ahí se difunde.

Gallardo Cardona fue víctima de un régimen autoritario y represor; fue un hombre perseguido políticamente, encarcelado de forma injusta y, al final, logró su libertad al probar que las acusaciones hechas en su contra eran totalmente falsas; pero más importante aún, su credibilidad se basa en una actuación a la vista y bajo el escrutinio del pueblo que gobierna.  A muchos seguramente habrá de incomodar el crecimiento del joven gobernador que, de acuerdo al periódico El Financiero, es reconocido como el mandatario estatal mejor evaluado de estos tiempos. 

Tal vez a muchos sorprenda que, aunque San Luis Potosí está rodeado por estados con alto índice delincuencial y actividades violentas. La entidad potosina es mantenida por su gobierno en una condición de gobernabilidad y paz social; tal vez no han observado la frontalidad con que el gobernador ha actuado a la hora de hacer frente a esos cárteles, para evitar que sienten sus reales en territorio de San Luis Potosí. Su gobierno ha logrado abatir a más de una veintena de células delincuenciales actuando con frontalidad y decisión. 

El fin de semana pasado, el más representativo de los dirigentes petistas, el profesor Alberto Anaya, hizo un reconocimiento público al que, a su juicio, es el mejor gobernador de la República Mexicana. En visita a San Luis Potosí, el emblemático dirigente, senadores, diputados federales y locales del partido de la estrella, coincidieron en destacar la actuación contundente de Ricardo Gallardo en el combate a la delincuencia; pero más aún, el responsable de la XII Zona Militar, el general brigadier Mario Arturo Fuentes Guevara, calificó a Gallardo Cardona como un decidido aliado para hacer frente a la batalla contra el flagelo del narcotráfico y el crimen organizado. A pregunta expresa, el general negó la supuesta información que existía en torno al gobernador de San Luis Potosí y resaltó la coordinación que existe con el gobierno estatal en materia de seguridad.

¿No será que detrás de esta difusión, lo que existe es el malestar generado en algunos adversarios de Gallardo por su crecimiento exponencial? 

En San Luis Potosí la gente siente el cambio, tiene certeza de un nuevo porvenir, a diferencia del aletargamiento vivido durante los 90 años de los gobiernos anteriores. 

“Ladran, Sancho, señal que cabalgamos”.