El Instituto Potosino de Investigación Ciencia y Tecnología (Ipicyt) se encuentra muestreando suelos en "El Grasero", ubicado en el municipio de Matehuala, a fin de conocer el tipo de materiales pesados que existen en el suelo y subsuelo, que lleve a plantear una estrategia de remediación ecológica para recuperar la zona y evitar posibles daños a la salud de los habitantes.
Cabe señalar que la contaminación que existe en su suelo y el agua del acuífero que está debajo de la enorme escoria negra tienen los registros más altos de contaminación por arsénicos y plomo en el mundo, ya que superan del primer elemento los límites permisibles en un 39,500 %. El arsénico es incoloro, no tiene sabor además es inodoro, por lo tanto no es evidente a nuestro sentidos, más no quiere decir que no exista.
Dicha contaminación que se produce en el terreno denominado el grasero en Matehuala, se está infiltrando a un acuífero somero que desemboca en la comunidad de Cerrito Blanco, específicamente en el lago que usan para esparcimiento y en el agua con que riegan y dan de beber a sus animales.
La doctora Nadia Valentina Martínez Villegas, investigadora de la División de Geociencias Aplicadas y su grupo de trabajo estuvieron la semana pasada muestreando en campo esta zona donde existió décadas atrás una fundidora, mismo que aún guarda material derivado de procesos metalúrgicos y de extracción que se hacían en el lugar, los cuales dañaron el medio ambiente del lugar.
“Actualmente estamos realizando muestreos de suelo, agua y sedimento del lugar. En este caso en particular, excavando un aproximado de 3 metros de profundidad para obtener muestras de las paredes de la excavación a cada 10 centímetros”, refirió.
La doctora en ciencias del suelo dio a conocer que los resultados del muestreo podrían estar listos este mismo año con lo que concluirá la fase uno del proyecto; posteriormente en la fase dos, se considera un diseño de remediación del suelo del lugar.
“Este es un proyecto a mediano plazo, al concluir la fase dos, la empresa dueña del lugar tendrá que formular la ingeniería y las acciones necesarias para realizar los procesos de remediación que marcamos en nuestro proyecto de remediación, con el fin de recuperar la zona e incorporarla al paisaje”, indicó.
Martínez Villegas dijo que trabajaron también en la comunidad de Cerrito Blanco, en el mismo municipio en donde encontraron arsénico en el suelo y agua del lugar en niveles muy por encima de la Norma Oficial Mexicana, y la hipótesis es que El Grasero posiblemente es el origen de la contaminación de un acuífero somero que desemboca en Cerrito Blanco.
Dijo que El Grasero en este momento está considerado un pasivo ambiental; sin embargo, la empresa Industrial Minera México SA de CV, dueña del inmueble, está realizando una importante inversión encaminada a su remediación ecológica.