Varios residentes de la isla Santa Cruz, parte del Archipiélago de Galápagos en Ecuador, han levantado la voz ante lo que consideran un grave problema: el presunto envenenamiento de perros en áreas tanto urbanas como próximas a zonas protegidas. Aunque el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) ha afirmado que las medidas de control contra especies introducidas se limitan a las áreas protegidas, los denunciantes aseguran que la situación está afectando también a la fauna urbana y a las mascotas.
El pasado lunes, los habitantes reiteraron sus denuncias, señalando que se han encontrado cebos y trozos de carne envenenada en la parte alta de la isla, cerca del sector de Media Luna, que es un área designada para la conservación de la biodiversidad. Esta preocupación se remonta a un comunicado presentado el 18 de septiembre, donde los residentes expresaron su alarma por la posible presencia de veneno en la zona.
La comunidad ha hecho un llamado a las autoridades para que investiguen estos incidentes y tomen medidas para proteger a los animales domésticos y a la fauna silvestre de la isla. Los Galápagos son reconocidos mundialmente por su biodiversidad única y su delicado ecosistema, por lo que cualquier amenaza a su fauna es motivo de gran preocupación.
Los denunciantes piden una respuesta rápida y efectiva para salvaguardar la vida de los animales en la isla, al tiempo que solicitan la creación de campañas de concienciación sobre el impacto negativo que puede tener el envenenamiento de animales en el entorno ecológico de Galápagos. La situación destaca la importancia de mantener un equilibrio entre la protección de la biodiversidad y el bienestar de los animales de compañía en la comunidad.