Cada 4 de marzo, México conmemora el Día Nacional de la Herbolaria y la Medicina Tradicional, reconociendo la importancia de preservar y promover los saberes ancestrales que han acompañado a diversas culturas en su camino hacia la salud y el bienestar.
Según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en el país se han registrado más de 4 mil especies de plantas con propiedades medicinales, lo que representa alrededor del 15% de la riqueza florística nacional. Estas plantas, utilizadas desde tiempos antiguos, continúan siendo parte fundamental de prácticas curativas en comunidades rurales y urbanas.
La medicina tradicional, definida como el conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas basadas en las creencias y experiencias de diferentes pueblos indígenas, ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una alternativa de atención para gran parte de la población mundial, especialmente en zonas donde los servicios médicos convencionales son limitados.
El fortalecimiento del vínculo entre la medicina tradicional y la medicina moderna es uno de los principales retos actuales, pues las terapias ancestrales representan opciones culturalmente aceptables, accesibles y económicas para millones de personas.
En México, la herbolaria es una de las expresiones más significativas de este saber, aprovechando la vasta biodiversidad del territorio. El uso de infusiones, cataplasmas y alimentos preparados con plantas medicinales ha sido transmitido de generación en generación, formando parte del patrimonio cultural del país.
La elección de esta fecha también rinde homenaje al natalicio del Rey Acolmiztli Nezahualcóyotl, en 1402, quien creó el primer jardín botánico de plantas medicinales en el cerro de Tezcutzingo, en Texcoco, consolidando así uno de los primeros esfuerzos sistemáticos por estudiar y preservar los conocimientos sobre las propiedades curativas de la flora mexicana.
Hoy más que nunca, reconocer y valorar la medicina tradicional es honrar la sabiduría de los pueblos originarios y mantener vivo un legado de incalculable valor para la salud y la identidad nacional.