Padres de familia de comunidades de la Tierra Caliente de Guerrero, el Estado de México y Michoacán solicitaron la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum y de la gobernadora Evelyn Salgado para rescatar a unos 500 jóvenes, incluidos mujeres, que según denunciaron llevan más de cinco meses sometidos a condiciones de esclavitud por parte de los grupos criminales La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Cutberto, de 69 años, relató que los jóvenes fueron levantados por delincuentes y llevados a fincas ubicadas en la parte alta de la sierra, en municipios de Guerrero como Cutzamala de Pinzón, Coyuca de Catalán y San Miguel Totolapan; en el Estado de México como Tlatlaya, Luvianos y Tejupilco; y en San Lucas, Michoacán. Según testimonios de quienes lograron escapar, los hombres son obligados a reforzar cercas y las mujeres a cocinar, además de participar en actividades ilícitas.
El denunciante lamentó que los criminales han tomado control de los cerros que antes pertenecían a los campesinos. Añadió que algunos pobladores han optado por emigrar a ciudades como Ciudad de México, Tijuana, Cuernavaca o Acapulco ante la falta de oportunidades y la violencia. Otros buscan llegar a Estados Unidos, pero deben pagar hasta 4 mil dólares a los grupos delictivos para obtener permiso de salida, o de lo contrario las familias deben cubrir la cuota tras su partida.
Cutberto explicó que muchos padres temen denunciar porque las autoridades locales están coludidas o sometidas por el crimen organizado. “Todos, policías, ministeriales, jueces, agentes del Ministerio Público e incluso militares, están al servicio de ellos”, afirmó. Alertó que acudir ante las autoridades solo pone en riesgo a las familias, pues los mismos delincuentes se enteran de las denuncias y ejecutan represalias.