Por Redacción Contra Réplica

Preocupación por Zaporiyia: Greenpeace alerta sobre nueva línea eléctrica y posible reinicio de planta nuclear

Inspectores del OIEA no detectan indicios de reactivación inminente, pese a reportes de construcción rusa cerca de la instalación nuclear más grande de Europa.

La planta nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso desde 2022, vuelve a encender las alarmas internacionales tras un reporte de Greenpeace que alerta sobre la posible construcción de una nueva línea eléctrica en la zona, lo que podría indicar un intento por reiniciar operaciones en la central. Sin embargo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguró este jueves que no hay evidencia concreta de preparativos para una reactivación inmediata.

Según Greenpeace, imágenes satelitales muestran que Rusia estaría instalando infraestructura eléctrica en territorios ocupados de Donetsk y Zaporiyia. La organización ambientalista considera esto una prueba clara de que Moscú planea reiniciar de forma unilateral la planta, que actualmente permanece en "apagado en frío".

El informe fue respaldado por un análisis de la agencia AP, que también identificó nuevas líneas eléctricas en la región. No obstante, un funcionario del OIEA, que pidió anonimato, señaló: “Nuestros equipos en sitio no han observado indicios de que existan preparativos activos para el reinicio de la planta”.

Ucrania denunció estas acciones como una “violación flagrante del derecho internacional” y envió una nota formal al OIEA, advirtiendo que cualquier operación de la planta sin su autorización representa una “amenaza directa e inaceptable para la seguridad nuclear”.

Rusia no ha comentado oficialmente sobre los trabajos eléctricos. Por su parte, el director del OIEA, Rafael Mariano Grossi, reconoció que el tema del reinicio podría abordarse en próximas reuniones tanto con autoridades rusas como ucranianas. “Es un asunto que requiere una consideración muy cuidadosa”, afirmó.

La central, la más grande de Europa con seis reactores, depende de suministro eléctrico externo para mantener los sistemas de enfriamiento. Desde que la represa de Kakhovka colapsó en 2023, la planta perdió su principal fuente de agua, lo que complica cualquier intento de reactivación.

Mientras la guerra continúa y la planta permanece en una zona de constante tensión, Zaporiyia sigue siendo un punto crítico para la seguridad nuclear global.