La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) inició formalmente el proceso de separación del negocio fiduciario de CI Banco e Intercam Banco, como medida preventiva tras los señalamientos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que implican presuntas operaciones relacionadas con lavado de dinero. En coordinación con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), se acordó que instituciones de banca de desarrollo, como Nacional Financiera (Nafin), Banobras y Bancomext, asumirán temporalmente la administración de estos fideicomisos.
Esta intervención tiene como objetivo preservar la estabilidad operativa del sector fiduciario, donde CI Banco concentra una parte considerable del mercado, incluyendo entre el 45% y 60% de la participación en finanzas estructuradas y créditos subsoberanos. La calificadora Moody’s señaló que la escisión reduce riesgos significativos y permite mantener la integridad de los pagos derivados de estos instrumentos financieros, que hasta el momento se han cumplido en tiempo y forma.
De acuerdo con autoridades financieras, la transición hacia la banca de desarrollo permitirá resguardar los intereses tanto de fideicomitentes como de acreedores, mientras se determina un mecanismo definitivo que podría incluir el regreso del negocio a manos privadas, bajo condiciones más estrictas de supervisión y cumplimiento normativo. A pesar de que algunas agencias colocaron a CI Banco en observación negativa, coinciden en que la medida contribuye a limitar los riesgos sistémicos.
El impacto se ha reflejado en el comportamiento de algunos fideicomisos del mercado, como Fibra Inn, Terrafina y Fibra Shop, que han comenzado a migrar sus operaciones hacia otros fiduciarios. Hacienda reiteró que el proceso se efectúa con total apego regulatorio y sin alterar la continuidad de los servicios, garantizando certeza jurídica y resguardo de los recursos de los inversionistas públicos y privados.