Un grupo de trabajadores quedó temporalmente atrapado en el interior de un túnel en construcción en la zona industrial de Wilmington, al sur de Los Ángeles, tras el colapso parcial de una sección del revestimiento. El incidente ocurrió a gran profundidad, en uno de los tramos más alejados de la entrada principal del proyecto, lo que dificultó las labores iniciales de respuesta.
El despliegue de emergencia incluyó a más de un centenar de rescatistas del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, que enviaron unidades especializadas en rescates en espacios reducidos. A pesar de las condiciones adversas, los obreros lograron abrirse paso internamente y alcanzaron un punto de acceso seguro, donde fueron evacuados en grupos utilizando maquinaria del mismo sitio y una grúa equipada con jaula elevadora.
Las autoridades confirmaron que 31 trabajadores fueron extraídos sin lesiones graves, aunque se les practicaron revisiones médicas preventivas en el lugar. El jefe interino del cuerpo de bomberos, Ronnie Villanueva, destacó que la situación pudo haber tenido un desenlace mucho más trágico, mientras que la alcaldesa Karen Bass elogió el profesionalismo de los equipos de emergencia y calificó el operativo como un esfuerzo exitoso.
Este túnel forma parte de una infraestructura clave para el manejo de aguas residuales de la ciudad, con un presupuesto superior a los 700 millones de dólares. La obra, que se encuentra a más de 130 metros bajo tierra, permanecerá detenida en tanto se realiza una evaluación técnica para determinar las causas del colapso y se garantice la seguridad de los trabajadores antes de retomar la actividad.